+ Guemes vs PRISA/Cobo/Gallardón
O Galladón, Cobo, Prisa. Podemos mover los elementos cual cubo de Rubik y disfrutar de las múltiples variaciones de un juego cuyo trasfondo es siempre el mismo: El pacto del Eje PRISA-Gallardón por alcanzar el Poder. Juan José Güemes, consejero de Sanidad en Madrid y mano derecha de Aguirre habló claro hoy sobre las intenciones de ese pelele al que yo denomino Manuel Escoba del Rosal.
Pensaba yo dedicar la semana a cargar contra Aguirre y los suyos -que son los míos por ser militante suyo- ya que han firmado una especie de tregua con Rajoy y como en el día de la Marmota, vuelta a empezar, es decir, otro compromiso de Munich. Pensaba salir aquí, en este pequeño espacio a declamar mi "delenda est Carthago" nuevamente, pero lo retrasaré dos días, o al menos por hoy no, porque ya ejerce Guemes de castigator. Y es que lo merecen Gallardón y su pelele; merecen que día sí, día también, la derecha política y sociológica los castiguemos. Por progres, por vendidos, por malos gobernantes, por traidores, por despilfarradores y por desestabilizadores.
Que no se ofendan mis amigos madrileños -quiero decir, los afines, porque a los centristas de Polanco y Alicia Morena que habitáis en el PP, ¡que os den!-, pero yo hay dos estrategias que no puedo posponer: La primera es la de la regeneración democrática, donde hablamos de primarias, separación de poderes, reducción del Saturno estatal, representación directa y uin largo etc... La segunda es la regeneración del Partido Popular que como pata corta exige la defensa del mal menor, es decir Aguirre. Las largas son el fin de Rajoy, la socialdemocracia existente en su seno y el debilitamiento moral al que estamos sometidos por toda esta gentecilla desde hace 5 años.
Al contrario que nuestros políticos, incluso los más queridos por nosotros, no me juego el acta de diputado ni el sillón en una Convención de Génova, de hecho ya creé hace años para mis allegados el PADAF, o Partido de amigos fracasados en política, por lo que podemos gamberrear y no someternos a las tácticas cobardes que salvan pellejos pero hunden Españas.
Hoy digo, no obstante, me callo. Bien Guemes.
Por Prevost