+ Lo que no supo predecir el pulpo
Decía Churchill que la auténtica democracia es aquél sistema político en el cual, cuando alguien llama a la puerta a las seis de la mañana, uno tiene la tranquilidad de saber que es el lechero.
Aquí en España la cosa se ha deteriorado hasta tal punto que cuando suena el timbre uno ya no sabe si será el lechero o Rubalcaba con un batallón de lecheras y las cámaras de Televisión Española.
Lo de Alicante es tan escandaloso que en cualquier país democráticamente sano el Ministro del ramo habría dimitido y el Presidente estaría ahora dando explicaciones en el Parlamento.
Pero para desgracia de los que aún creemos en un Estado de Derecho que respete y garantice las libertades de sus ciudadanos nada de eso ocurrirá.
A riesgo de que me llamen disidente también en el mundo virtual como algunos han hecho en el mundo real, opino que si bien los corruptos de cualquier partido deberían ser expulsados de la política los del PP deberían ser expulsados de la política mediante una patada en los huevos, a ser posible propinada por algún apertura de rugby profesional a falta de mula coceadora.
El señor Rajoy debería hacer una limpia urgente...
El PP no puede ser un nido de corruptos como son los partidos de izquierdas y los sindicatos.
Pero ese no es el tema. Todos tenemos claro que ante cualquier caso de corrupción no cabe ninguna disculpa, por más que sea "de los nuestros."
Pero para mi, lo preocupante ni siquiera es ver cómo sólamente se mira en una dirección, cómo hay dos varas de medir, y cómo el Estado de Derecho y las garantías se destruye, dejando al democracia en un mero formalismo de ir a votar cada X tiempo.
Para mi el problema es ver cómo la gente de a pié aplaude esa actitud de los gobernantes. Cada vez tengo más claro que las dictaduras realmente progresan por la complicidad del ciudadano. Somos nosotros mismos los que aplaudiendo éstos actos sólamente porque "no son de los nuestros" damos alas a los gobernentes para que practiquen toda clase de abusos y purgas.
En fin, que luego no nos quejemos, porque cada vez tengo más claro que tenemos el gobierno que nos merecemos.