+ Ecologismo con rostro humano
El señor Klaus, presidente de la Rep. Checa lo tiene clarísimo, como cualquiera con dos dedos de frente:
Combato este nuevo alarmismo sobre el calentamiento global, que se ha convertido en ideología y es un intento de reprimir la libertad individual y el desarrollo de la prosperidad en el mundo.
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El señor Klaus, por suerte, no está solo. No es necesario haber nacido en un paraíso socialista para identificar y combatir las doctrinas inhumanas que se difunden en nuestro planeta.
El ecologismo es, como todas, insidiosa porque afecta a nuestros sentimientos y los manipula para hacernos creer que somos responsables de un mal que sufrirán nuestros hijos.
Pero como dice el señor Klaus las verdaderas víctimas son otras:
El catastrofismo ¿no es un nuevo miedo, apto para sociedades ricas?-Entiendo que sociedades boyantes, entre las que no sé si está España, estén más preocupadas; pero no olvidemos que las víctimas reales de Al Gore y su histeria global serán los países más pobres, forzados por los ricos que sí pueden tolerar los costes de esta política, aunque sus economías no crezcan igual. Aquéllos en vías de desarrollo no podrán.
La realidad es dura, pero incontestable, las verdaderas víctimas de la histeria ecolojeta son, y serán, los que no pueden pagar sus robos, aquellos que necesitan crecer con una tecnología barata: Los pobres y necesitados.
Y no podemos engañarnos, las verdaderas víctimas de la histeria socialista, sea cual sea su cara, son siempre los más pobres e indefensos.
Por Maestre de Campo