+ Batiendo marcas
Hay días en que para hablar de esto se mete uno en tal patatal de noticias que ya no aspiras a decir nada, prefieres dejárselo a esos blogs que meten dieciséis citas de una tacada, que no es que sea malo, son las cosas de Internet.
Pero lo que está claro es que desde Mahoma para acá, todo son variaciones sobre el mismo tema. La imposibilidad que tiene el jihadismo -islamismo para convivir en paz con sus vecinos, para vivir sin tragarse a la cultura del de enfrente. Y la ambición y el fanatismo islamista con toda su retahíla de paranoias y contradicciones.
Así que da lo mismo, que se llamen Hamas o Fatah o Hizbullah o la madre que los trajo, sólo cambian los nombres y los proyectos a corto plazo, las ambiciones privadas , los aliados particulares que han podido ayudar a que se zurren entre ellos, o la búsqueda de mayor o menor legitimidad ante Occidente, según convenga –entrevistas tiernas de suplemento dominical, liberación del periodista Johnston etc...- o según sople el viento.
Y ahora sopla para Hamas , que se las ha arreglado para vivir de todos. Con ayuda de los ayatolas y el vecino sirio se han hecho emperadores en Gaza después de un espectáculo de capitaciones, masacres , tiroteos y etcétera etcétera. Y con el saqueo consentido a esas democracias tan enemigas, se mangan los millones de dólares procedentes de Israel y Europa para seguir adelante con sus cuentas secretas, sus secuestros, la lluvia de misiles en Sderot que no para, las muertes y el reclamo de territorios.
Lo demás ya está muy visto también. Los iraníes pillando los documentos de inteligencia por ahí tirados que Hanieh va recogiendo, y haciendo llamadas telefónicas allí donde se escucha tímidamente la palabra democracia. Sin olvidar, claro, los deberes atómicos y coránicos.
Y Siria pues invadiendo un poquito el Líbano sin que se entere Maruja Torres, y por lo visto montando el cachondeo padre en la frontera y convirtiéndola en algo así como un punto de tráfico de armas e infiltración de asesinos bastante orientados hacia el Golan, todo ello, con ayuda de observadores internacionales que observan cantidad.
Muy importante y vital en todo esto la aportación lingüística de la polancocracia traduciendo financiación jihadista como “cooperación”, terrorismo como “resistencia” y ataques con misiles como “respuesta de la milicia” , todo bien adornado con mujeres veladas llorando por la maldad sionista . Y trascendental, muy trascendental la postura de la ONU que cree firmemente que los Sirios, verbigracia, quieren dialogar , con lo que ponerse hostil con ellos, es tontería.
Y de Olmert, sólo puedo decir una cosa. Qué curioso que cuanto más concesionista , más dialogante y más estéril ha sido un Gobierno en Israel, se hayan batido marcas de boycoteo y antisemitismo en el mundo entero. Por qué será. Será por eso.
Por Cruzcampo