+ Frikis anticapitalistas
Aún en el siglo XXI los hay que añoran la lucha de clases. En nuestra sociedad barruntar posts como los de éste que cito al analizar el sistema es como si otro fiki similar se pone a chillar unga unga mientras estira de los pelos a la parienta. Vuelta a las cavernas. ¿Hoy en día con esas chorradas todavía? ¡Ay Javier Ortiz¡:
[...] Antes, en aplicación de los peculiares principios morales de la Reforma, los empresarios se dedicaban a explotar el trabajo ajeno, sí, pero con la cabeza bien alta: decían que eso contribuía a impulsar la riqueza de las naciones, porque así lo había demostrado en 1776 un docto escocés que se hacía llamar Adam Smith. Los empresarios perseguían ganar más y más, pero no se avergonzaban de ello, porque estaban convencidos de que Dios, con la ayuda de Lutero y Calvino, les había traído al mundo para realizar esa trascendental misión social.
[...] ¡Ah, aquellos tiempos en los que te maltrataban de lo lindo, como ahora, pero por lo menos no te llamaban imbécil; en los que los poderosos admitían que los ejércitos no están para emprender misiones de paz armados hasta los dientes; en los que los capitalistas reconocían que ellos se dedican a promover la explotación capitalista, porque es lo suyo! ¡Qué tiempos “de bárbara, de brusco y bruto”, que escribió mi hermano Carlos, en los que los capitalistas ejercían de tales, sin complejos, y los socialistas aún luchaban contra los capitalistas, como si fueran partidarios de otro sistema, y no del mismo!
A parte claro de que el ígnaro revolucionario desconoce -o se monta una paja mental para apoyar su berrinche- que una de las citas preferidas de todo capitalista es aquella tan sabia de Smith, pues "no es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés."
No es Luthero quién mueve la conciencia del empresario, ni una conspiración judeo-masónica, estimado Javier Ortiz, sino las ganas de prosperar, de dar de comer a los tuyos y una play station si puedes, como la de Simancas, para el niño. Todo eso con tu sudor y arriesgando tus bienes y años de trabajo. Si de paso te sientes satisfecho porque beneficias a la sociedad abasteciéndola de productos o servicios, o generando empleos y riqueza, pues chapeau.
Las mismas ansias de obtener dinero que atesoras tú cuando escribes esas cosas tan frikis en Público, o las del multimillonario Roures propietario de la Sexta, de Público y amigo de Zapatero, luego derechos de televisión por un tubo, by the face y sin sudor, explotando a los españolitos para que uno se haga más rico, el otro reafirme apoyo mediático y el tercero siga escribiendo. ¿Pero de eso no hablamos verdad?
Por Prevost