+ El Papa en Israel, y el plus pal salón
Me ha producido cierto bochorno ver al Santo Padre hablando de "apartheid" al referirse al muro de defensa de Israel; de "trágica" su existencia, al referirse al muro que ha impedido que los hombres/coches/niños bomba estallen ante las paradas de autobús y mercados israelíes; de "martirio" la situación de Gaza cuando precisamente los terroristas de Gaza son los que han sometido a tortura diaria a los niños israelíes que soportaban centenares de misiles volando sobre sus colegios a diario.
El componente racista de muchos europeos les hace pensar en el muro como una aberración cuando lo aberrante es la crítica al mismo, a un muro con el que los israelíes se están encarcelando a sí mismos: Es una valla para protegerse de millones de tarados islámicos que los quieren matar y de otros tantos occidentales cansados de "usura" y tradicionales enemigos de la Fe cristiana.
Me pregunto si Ana Pastor, Celita Villalobos , y resto de nuestra troupe de ambigua y políticamente correcta casta parasitaria del PP, hubiera osado aceptar una moción en el congreso exhortando al Papa a cuidar más sus palabras cuando se refiere a Israel. Nadar a favor de la corriente siempre ha sido el deporte preferido de nuestro odiado y amado Partido Popular. ¿Defender el liberalismo? ¿La monogamia? ¿El libre mercado? ¿La no intervención? ¿Israel? ¡Vamos hombre!
El Papa a lo suyo, y mientras aquí Zapatero instaurando a lo bestia y sin anestesia el orweliano régimen de 1984 (merece la pena escuchar el corte de la SER). Porque no tiene precio descubrir que en el talántico mundo del PSOE, ése que alcanza cotas inimaginables de paz, plus pal salón y buen rollo, haya odio, resentimiento y un furia agresiva hacia la Patria. ¿Cómo vamos a permitir que 40 millones de españoles y 200 de latinos se percaten de que en nuestro país 10.000 personas son unas taradas que silban durante el himno nacional incluso gobernando ZP, el que trajo la "estabilidad" autonómica? No no, gol de Butragueño, Rajoy y la tortura, toma corte y censura al canto.
Pero luego toda la manada a berrear porque en Telemadrid los presentadores y contertulios se llaman apellidan Dragó, Terstch o Rosa Díez.
Ais. ¡Martirio el mío Benedicto! Tengo unos políticos que no me merecen, y pienso acabaré votándome a mí mismo y adorando a San Onán.
Por Prevost