+ Hoy una de Villamediana regada con algo de Sans-Foy
Al alguacil Pedro Vergel
La llave del toril, por ser más diestro,
dieron al buen Vergel y por cercano
deudo de los que tiene so su mano,
pues le tiene esta Villa por cabestro.
Aunque en esto de cuernos es maestro
y de la facultad es el decano,
un torillo, enemigo de su hermano,
al suelo le arrojó con fin siniestro.
Pero como jamás hombres han visto
un cuerno de otro cuerno horadado
y Vergel con los toros es bienquisto,
aunque esta vez le vieron apretado
sano y salvo salió, gracias a Cristo;
que Vergel contra cuernos es hadado.
Y nuestro monsieur:
Que no hay que interferir, progenitores...
que no hay que ser tan carca ni absorbente...
¿Preñada está la niña adolescente?
¡Relájense y disfrútenlo, señores!
¿Qué hacer con las menoras y menores?
Pues, basta con seguirles la corriente:
dejarles que decidan libremente
y hacerles madurar con sus errores.
Repipis, malcriadas o canijas,
¡Hay tanto que aprender de nuestras hijas... !
Oídlas con cariño y con talante:
Veréis qué personitas tan maduras.
Las mías, por ejemplo... (qué ricuras)
me tienen por un probo gobernante.
Por Prevost