+ Carrillo y la lacra fascista
Anoche andaba yo pasándome los bastoncillos de los oidos cuando me encuentro en la televisión a Santiago Carrillo recibiendo un panegírico de Cayetana Guillén Cuervo por la Dos. Ya sabemos; Versión española. No pude más que exclamar algo como "¡será joputa!" cuando le escuché decir que la mayor lacra del siglo XX había sido el fascismo y que los historiadores occidentales menosprecian al "ejército rojo" que fue el que acabó con ella, refiriéndose al esfuerzo soviético en la segunda guerra mundial. Además de eso, toda una ristra de bondades acompañaron a las gloriosas fazañas de la URSS.
Resultaba vomitivo ver a un "demócrata" alabar al comunismo que tanto dolor ha causado, como vomitiva la sonrisa de Cayetana al escuchar esas palabras y no decir ni mú. La mayor lacra del siglo XX fue el socialismo, base ideológica del fascismo y comunismo. El fascismo con sus 60 millones de muertos durante la II guerra mundial: El comunismo con sus 120 millones. Sólo un hijo puta nazi o un hijo puta comunista podría decir de la otra lacra que fue "la mayor" del siglo XXI.
Lo que sí ha sido pura propaganda desde 1945, es la soviética intentando esconder la enorme ayuda económica y militar que recibió de EEUU y UK desde el mismo 1941 -el famoso lend-lease-. Como Maleni cuando inauguraba el metro construido por la Comunidad de Madrid y lo hacía como suyo, los rojos pintaban las estrellas blancas norteamericanas de sus 500.000 camiones, centenares de locomotoras, miles de aviones y raciones de comida de color rojo para gloria del soviet y desconocimiento de su tropa. Sin la ayuda del diablo capitalista la URSS hubiera sucumbido y con ella millones y millones de soldados que un demencial Stalin enviaba como cerdos al sacrificio en los frentes rusos.
Ese mismo joputa de Stalin que añora un asesino como Carrillo y empatiza con progres idiotas como la Guillén Cuervo es el que en 1939 pactó con el joputa de Hitler el reparto de Europa: Fascismo y comunismo mediante el pacto Ribbentrop-Molotov decidieron darnos por el culo a las democracias comenzando por el reparto de Polonia. Ahí se ve la intención comunista de acabar con el "lastre" del siglo XX.
El lastre del siglo XXI son los que todavía defienden esas ideologías, sean fascistas o comunistas, y los que aplauden con las orejas a tales hijos de puta, derrotados todos por ese odiado capitalismo y esas odiadas democracias liberales.
Por Prevost