+ ¿Un tercer mandato yo? Ni hablar
Imaginemos, ¡soñemos! qué hermosa sería la política patria si nuestros dirigentes decidieran utilizar más a menudo esa expresión. La semana pasada declaraban, amagaban en un lado y otro alcalde y presidenta de Madrid sobre si se presentarían a la reelección en las próximas elecciones, y para mi asombro, perdón, tristeza, ninguno de los dos afirma lo que Aznar, es decir, que no optaría por un tercer mandato. Como así sucedió.
Y me resulta una pena -penoso llegar al nivel de Gónzalez, Chaves o Chavez, más no andamos lejos- que un por momentos brillante gestor como es Gallardón, y una por momentos brillante liberal como es Aguirre no sean valientes, honrados, y razonen que lo mejor para una Democracia es la limitación de los mandatos. Porque dos legislaturas dan para mucho, más si cabe cuando han gobernado a base de holgadas mayorías absolutas que les han permitido asentar sus proyectos políticos: Aquí no cabe siquiera esos "miedos" que adujo Blair frente a Brown y demás patulea de su partido cuando pareciera haber sido seducido por Ansar.
Me toca los nísperos lo que hagan después. Que Gallardón cruce el Rubicón; que Aguirre berreé ese super chillido de Xena antes de cepillarse a Rajoy, o que simplemente ambos cambien de Institución, pero que aprendan de una vez la que debería darse como una de las reglas base de la Democracia, que es la limitación temporal del Poder. Lo de Rajoy y la "democracia" interna del PP es tema aparte. Como esta semana se cumple un año del ignominioso congreso de Valencia, ya patalearé contra él, ellos, si despierto definitivamente de mi letargo.
Por Prevost