+ Semprún Maura tenía razón
Antes de su fallecimiento escribió lo siguiente:
La ideología marxistacuartelaria considera que la clase obrera es una, cosa evidente en Francia, pero que con mayor o menor virulencia existe en otros países europeos, niega la diversidad, las contradicciones, aborrece la flexibilidad en el mundo laboral, se opone a que unos puedan elegir un empleo, porque se trabaja menos, y otros porque se gana más, y para resumir y no dar más la lata, sueñan en una URSS apaciguada y reconciliada consigo misma, en la que todos los trabajadores serían funcionarios.
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Las negritas son mías, de ideología marxistacuartelaria tenemos múltiples ejemplos patrios, de modo que no hace falta decir que lo que ocurre en Francia ocurre igualmente en España.
Sin duda guiado por los gurúes del intervencionismo Paul "laIIGMnossalvódel29" Krugman y Jhon "IloveIIIReich" Keynes, el ínclito de nuestro presidente está dispuesto a solucionar los problemas estructurales del mercado de trabajo en España, y para hacerlo no duda en dar la razón a Semprún Maura:
Sin duda guiado por los gurúes del intervencionismo Paul "laIIGMnossalvódel29" Krugman y Jhon "IloveIIIReich" Keynes, el ínclito de nuestro presidente está dispuesto a solucionar los problemas estructurales del mercado de trabajo en España, y para hacerlo no duda en dar la razón a Semprún Maura:
España se acerca peligrosamente a los cinco millones de parados. Según la UE ya hay 4,36 millones de desempleados. Las Administraciones Públicas han decidido aumentar aún más su número de empleados y en el primer trimestre se disparan un 5,4%, su mayor nivel en seis años.
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Resulta curioso que alguién pueda felicitarse por la sovietización de España, y más teniendo en cuenta que sostener a esta casta parasitaria nos cuesta unos 100 mil millones de euros. Recuerde, cuando tenga que decidir a qué colegio enviará a su hijo, que esos 100 mil millones se dividen entre los trabajadores activos, unos 19 millones, menos los 4 funcionarios, unos 15 millones de trabajadores. Así podrá alegrarse de ver a su hijo en un colegio público y a sus padres esperando en las listas de la sanidad pública.
En el Estado del Bienestar el que no se consuela es porque no quiere.
Por Maestre de Campo