+ El cortijo de Teodoro
Los antepasados de Teodoro Obiang Nguema, fueron probablemente vendidos, comprados, oprimidos esclavizados y enjaulados por algún que otro gorila colonialista hace muchos años. Y también puede que enseñados y ayudados por algún navegante, misionero o enviado hispánico de buena voluntad.
Sin embargo, la cosa ha cambiado. Ahora es él el gorila que hace y deshace, bueno, sólo deshace, agarrando la sartén guineana por el mango, rodeado por su ejército tragaperras, protector exclusivo de Don Obiang.
Helo aquí. El déspota de Guinea Ecuatorial. El que se pirra por el lujo hortera, un capullo integral que no siente ni la mas mínima piedad, ni el mas mínimo interés por su gente o su tierra. Corrupto y bestial. Y además maleducado.
Pongamos todo eso en la coctelera y nos saldrá, Teodoro desgobernando su finca particular a la que llegó sin pedir permiso, dando un golpe de Estado en el 79 y cargándose a quienes le molestaban, o sea, casi todos. Y del tío pasaron al sobrino.
Con ayuda de todo aquel que se la preste, Obiang, se lo ha montado para alcanzar las más altas cotas de salvajismo y corrupción, drogas, negocios sucios, aviones escacharrados para viajes regulares, torturas, censura, arrasando solo o en compañía de otros, este pequeño país católico que habla y llora también en español.
Porque ellos, los de a pie que están ahí, los benga, fang, balengue , batanga, bubi, y muchos más, sueñan con una Guinea libre, una tierra donde llueve agua del cielo y petróleo del suelo todos los días, en la que los españoles no encontraron ni medio dedo de oro negro, y resulta que había a manta bajo el mar, tanto, que las empresas norteamericanas Exxon Mobile, Triton y Vanco y empresas francesas han descubierto la Kuwait africana y pagan millonadas al gobierno de traca de don Teodoro para aprovecharlo y sacarlo, pasta que el desgraciado se gasta en champaña, cochazos, sobornos, casas de lujo y cuentas bancarias por el mundo ante la inacción de las empresas que allí operan con pozos alejados de la costa, y que prefieren no mojarse con una Guinea corrupta pero de población culturalmente próxima, que les libere de la dependencia de ese Golfo Pérsico con un petróleo de peor calidad en un ambiente muchísimo más peligroso.
Y de momento, muchas denuncias, eso sí, pero nadie parece molestarse en ayudar a un pueblo rico en recursos y con muchas ganas de vivir, que cuenta una red de exiliados en Europa, algunos organizados, otros , no tanto, clamando al gobierno de Zapatero y también al de Aznar por un poco de ayuda, aunque sólo sea por talante , hombre.
Así que algunos desde fuera, otros desde un pedazo de su vida que desean abandonar, observan impotentes cómo su país es gobernado por un desalmado y cómo sigue sin llegar ese cable, mano, comprensión o respuesta a sus problemas.
El gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio sigue aun luchando por hacer oír su voz. No les olvidemos.
Por Cruzcampo