+ Los mileuristas

Es muy típico intentar poner un apodo o calificativo a cada generación que pasa. Desde la antigua generación X, se llevaba intentando colocar uno a la que oscila entre mil novecientos sesenta y cinco y mil novencientos ochenta. Parece ser que el que ha ganado todas las batallas ha sido el término mileurista. La generación mejor formada de la historia, con unos padres que no les han negado de nada y han dado todo el bienestar y cariño que han podido, y jóvenes que han crecido en la mayor felicidad posible.

Cuando éstos han salido a labrarse su futuro, se han encontrado con la crítica cifra de mil euros: ése es el sueldo con el que tendrán que hacer magia y potagia para llegar al fin de mes; pagar un alquiler estratosférico en una gran ciudad, intentar hacer frente a la letra de un coche que , en muchas ocasiones, será necesario para su trabajo, como resto de facturas que suele tener una persona normal. Todos nos imaginamos que pensar en aumentar de familia y estabilizarse es una locura imposible para estos bolsillos.

Sin embargo, los cachorros batasunos se escapan de este termino. Ellos, debido a su acción criminal, pueden triplicar el término mileurista y vivir a cuerpo de rey mientras sortean a la justicia y cometen sus delitos.

Acto seguido, precisó que trabajaba para Batasuna y que recibía por el desarrollo de esta función -de responsable de propaganda de la formación ilegalizada- 1.060 euros mensuales. Un poco más adelante añadió, con todo lujo de detalles, que el PCTV le ingresaba 2.450 euros en la cuenta que poseía en la Caixa en concepto de reparto de paquetería.

Tres mil quinientos euros es lo que recibía el terrorista Lezcano por todas sus tareas en pro de la liberación de la mística patria vasca de las narices.

Lezcano, tapando a Otegui de la lluvia con un paragüas en un mitín.

Pues ya saben, todos aquellos mileuristas residentes en el País Vasco, que quieren alquilar un piso en el centro de San Sebastián, vivir bien, y deshacerse de la maldición de los mil euros que azota a su generación, sólo tienen que hacer toc-toc en la puerta de la ilegalizada Batasuna. Perderán sus valores como persona y se venderán a la causa terrorista pero...y lo fácil que tendrán su futuro.

Por Chesk