+ ¿Se le puede dar la razón a un loco? Reflexiones
Ah amigos! Dicen que los locos ponen la mesa y los cuerdos comen en ella. ¿No creéis que ya hemos comido demasiado pasto zapateril? ¿Hasta cuándo tendremos que aguantar sus burdas mentiras fruto de sus siniestros pactos? ¿Cree Zapatero que somos idiotas o es que está tan sumamente enajenado que ya ni siente miedo?
La tregua terminó el día 30 de diciembre. Claro está que terminó para todos menos para Zapatero. ¿Por qué? Y mientras nos encontramos con pistas cada vez mayores y desembocantes en más dudas sobre el 11-M. ¿Quién puede fiarse de un Gobierno que utiliza a las instituciones para rearmar al terrorismo?
Quieren que Díaz de Mera hable y presente documentos. Yo también lo deseo porque es su obligación para con los ciudadanos y con la Justicia. Pero es que resulta que la última vez que Díaz de Mera abrió la boca, Santano se fue al trullo.
Por cierto, ¿dónde anda Rubalcaba? Últimamente sólo visionamos a un Camacho desquiciado y sacando a colación "su mierda" particular, pero el Ministro anda missing por parajes insospechados. ¿Depresión o negociación? Una de las dos cosas le someten a la desaparición del ámbito público.
Qué Gobierno nos ha tocado sufrir! Están tan piraos que ante los problemas nos sacan Irak como si yo me pusiera a vender seat 600 en plena plaza mayor con un cartel anunciando coches voladores.
¿Sabéis esa estadística sobre las relaciones de pareja? La gran mayoría terminan mal y envueltas en mentiras, es por ello que muchos deciden empezar mintiendo desde un principio. ¡Ni que el pesoe se acostara con todos los españoles!
Y ahora un poema dedicado al presidente en recuerdo de mi infancia. A día de hoy lo titularía: "Diario del día 30 de Diciembre" por zETAp.
Era una noche de invierno
cuando más brillaba el sol
y una manada de cerdos
volaba de flor en flor
Corrí hacia el quiosco,
me compré un periódico sin letras y
me senté sobre un banco bajo una farola apagada.
De pronto, apareció un cadáver de cuatro huesos
y con una navaja sin mango ni cuchilla,
me clavó una puñalada trapera.
Corrí hacia mi casa con paso de tortuga,
encendí la puerta y abrí la luz.
Dejé el abrigo sobre la cama y
me tumbé sobre la percha, cuando oí una voz que decía:
"Sal de ahí hombre de poca vergüenza".
Y ahora, sin más dilación, pasamos a lo que actualmente llaman "consejos", cuando no dejan de ser burdos y pesados anuncios.
Pues bien, ¡¡contad lo que os queda sectarios!!
Flik, flak, flik, flak.............. JAJAJAJA
Felices sueños, rojelios....
Por Valmont