+ Otra de Quevedo (más una desde Bulgaria)

Regada con Sans-Foy...

AL AMBICIOSO VALIMIENTO QUE SIEMPRE ANHELA A SUBIR MÁS

Descansa, mal perdido en alta cumbre,
donde a tantas alturas te prefieres;
si no es que acocear las nubes quieres,
y en la región del fuego beber lumbre.

Ya te padece, grave pesadumbre,
tu ambición propria; peso y carga eres
de la Fortuna, en que viviendo mueres:
¡y esperas que podrá mudar costumbre!

El vuelo de las águilas que miras
debajo de las alas con que vuelas,
en tu caída cebaran sus iras.

Harto crédito has dado a las cautelas.
¿Cómo puedes lograr a lo que aspiras,
si, al tiempo de expirar, soberbio anhelas?

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Congresual (Zapaterías Rimadas):

Y no me iré.
Y seguirán los pájaros cantando.
Y seguirá el Partido hecho un guiñapo
tras el Congreso Extraordinario.

Y no me iré.
Y volarán, como esta tarde están volando,
a pares, tan peperas, las gaviotas
sobre el dormido campanario.

Hasta que los que un día nos votaron
se queden en su casa... mudo, huraño,
aguantaré en mi puesto lo que pueda,
en mi rincón florido y encalado,
con mis eshes shilbantes y shonoras.
Y todo será gris y plácido.

Que no me iré.
Que no van a sacarme ni los pájaros
de Hitchcock. Que me quedo.
Bulgaria está conmigo...
Podéis seguir cantando.

Por Prevost