+ "¡Chesk, Ratzinger es el nuevo Papa!"
Por Chesk
Más o menos con estas palabras un buen amigo mio iniciaba una conversación telefónica en el día de ayer. Ni me dejó hablar, me fue contando paso por paso, palabra por palabra, todo lo que estaba aconteciendo en Roma ante la imposibilidad de poder acercarme a televisión, radio o internet en esos momentos para seguir la noticia. Ni que decir tiene que sus palabras y el significado de las mismas me llenaron de alegría: yo quería a Joseph Ratzinger como nuevo Santo Padre.
Mis razones en un día como el de hoy pueden resultar bastante obvias para la mayoría de los católicos de este país y sin embargo, también pueden crear repugnancia en nuestra parásita progresía de andar por casa que tenemos que sufrir y soportar día a día. Aparte de un hombre culto, inteligente, modesto, conservador, mano derecha de Juan Pablo II, su característica más importante es la de no estar en conformidad con las medias tintas y cualidad que seguramente le ayudará a enfrentarse a todas las amenazas que tiene a su alrededor la Iglesia Católica en el siglo XXI.
En una sociedad donde el laicismo no sólo se expande sino también es impuesto por determinados grupos de interés, Benedicto XVI podrá permitirse decir noes sin tapujos a aquellos que sin ser católicos gastan su tiempo en criticar esta institución bimilenaria. Aquellos, que detestando todo lo que tenga un áurea de cristianismo les dicen a los católicos la forma de llevar sus vidas o les desprecian por el simple hecho de serlo.
Para esta tarea, Benedicto XVI ya tiene en este país a nuestro siempre presente grupo de comunicación realizando su campaña de acoso y derribo cotidiana. Frases como “La elección habrá causado desconcierto en no pocos sectores de la Iglesia que, al contrario que Benedicto XVI, no lo tienen todo tan claro” o “La elección del cardenal Joseph Ratzinger como nuevo Papa supone una inmensa decepción para un sinnúmero de personas que esperaban el nombramiento de un Papa reformista entregado a las necesidades espirituales de la Iglesia. Pero hay que darle tiempo.” inundan ya las radios, televisiones, periódicos de la giliprogresía española o sin ir más lejos como la propia TVE difunde el alistamiento de Joseph Ratzinger a las juventudes hitlerianas omitiendo que como todo buen alemán dicho alistamiento no era voluntario. Pero como mal de muchos parece consuelo de tontos, ya cuando se me ha caído el alma al suelo es al ver la portada de uno de esos periodicuchos sensacionalistas del Reino Unido que a toda portada titulaban “ El Rottweiler de Dios” o la misma infamia que la gente de hispalibertas comentaban acerca de la prensa británica.
Pero por encima de todo esto la Iglesia afronta una nueva etapa, un nuevo papado y nadie mejor que Benedicto XVI , para conocer los pros y los contras de los días venideros, alguien que no se corta a decir en la prensa italiana respuestas como estas se merecen todo el apoyo de la comunidad católica:
"El laicismo ya no es ese elemento de neutralidad que abre espacios de libertad. Empieza a transformarse en una ideología que se impone por la política y no concede espacio público a la visión católica y cristiana, que corre así el riesgo de convertirse en algo estrictamente privado y, en el fondo, mutilado. En tal sentido, hay una lucha y debemos defender la libertad religiosa contra la imposición de una ideología que se presenta como si fuera la única voz de la racionalidad, cuando no es sino la expresión de cierto racionalismo."
Benedicto XVI
