+ Ellos se lo pierden
Por Chesk
Quedan pocos días para las elecciones en el Pais Vasco, ese rincón de España y de Europa donde la oposición tiene que ir con escolta al parlamento y la mitad de los vascos se sienten amenazados por sus vecinos, compañeros de trabajo , amigos, por tener diferentes ideas políticas.
Los que estamos fuera, miramos hacia allá con miedo y escepticismo. Sabemos lo que va a ocurrir o al menos no nos queremos hacer ilusiones. El PNV ganará las elecciones y dependiendo de la mayoría que obtenga pactará con los traidores del PSE con tal de seguir en el famoso sillón del poder que he comentado más abajo.
Ante esta desoladora situación, nos encontramos con una candidata a Lehendakari que se merece todo nuestro respeto y admiración. María San Gil, esa mujer de apenas cuarenta años que nos puede dar a todos nosotros lecciones de democracia y de lo que es arriesgar la vida por tus ideas.
De ella, tal vez pueda comentar dos aspectos de su vida que me han impactado desde hace bastante tiempo. El primero de ellos es como vio con sus propios ojos asesinar a sangre fría a su amigo Gregorio Ordoñez en la década de los noventa, un antes y un después en la vida de María se creó en ese momento. Otras personas se hubieran echado atrás, hubieran abandonado la vida política o sencillamente hubiera salido del Pais Vasco, sin embargo, ella se quedó a seguir con la lucha que inició Gregorio.
El segundo, aunque es menos impactante, no deja de ser doloroso para cualquier mujer que se precie. María cuando dio a la luz no pudo ni librarse de su escolta que la acompañó hasta en el paritorio. ¿Os imaginais? No ha tenido intimidad ni siquiera para traer una nueva vida al mundo.
Por todo ello, admiro la figura de esta gran mujer. Esta mujer de apariencia tan frágil y delgada pero que en realidad es la representación del coraje y defensa de los valores democráticos. ¿Quien se atreve a compararla con Ibarreche? ¿O con el señor López? Me gustaría decir que el domingo se convertíra en Lehendakari, que tanto trabajo, esfuerzo y su continua lucha serán recompesadas el día 17, pero me temo que va a ser que no. Los vascos seguirán votando a los nazionalistas del PNV en pro de ese pueblo metafísico que se inventó hace más de un siglo el nazi de Sabino Arana, a los asesinos que ZP no ha querido ilegalizar, y a los socialistas vascos que parece ser que han olvidado lo que significa la palabra España.
Es una lástima, se pierden a una mujer como la copa de un pino.