+ Una vida menos.
Por Chesk
Todos los días muere gente en este mundo. Algunas son por la llamada de la muerte, otras por accidente, otras simplemente porque estaban en el sitio equivocado en el lugar equivocado.
Pero ayer hubo una muerte en la que intervinieron factores humanos, por gusto y disfrute de algunos hombres. Ya pueden quedarse tranquilos, Terry abandonó este mundo por hambre y por sed.
Independientemente de la vida que llevaba Terry, si era feliz o no feliz o demás consideraciones éticas que la giliprogresía mundial quieran imponer, ninguna persona merece una muerte de tal tipo. Decían que Terry estaba prácticamente muerta, pero bien se ha resistido a morir. Catorce días y catorce noches.
No quiero sacar conclusiones precipitadas, pero este tipo de asesinato se acerca más a ciertas costumbres de determinado régimen totalitario del Siglo XX que al de uno democrático. Es la eliminación del más débil, el estorbo humano, y de una forma muy cruel y brutal
Terry ya no está con nosotros, pero su recuerdo sí. Ella nos ha enseñado lo que no debe repetirse nunca más. Que descanse en paz, en el cielo que tanto se ha ganado.