+ Rebelión de los Iracundos 3: Sentido común & ciencia
El friki Rakras desde su madriguera liberal:
Lo que quiero decir básicamente es que independientemente de que en muchos (quizás casi todos, exceptuando lo relacionado con el pacifismo) temas pueda estar de acuerdo con ellos en cual debe ser la ley, la ideología en sí me parece cojonuda, pero para los hombres mágicos de la casa de la gominola en la calle de la piruleta, no para los seres humanos. Y eso de partir de unas bases basadas en conceptos con claridad escolástica para llegar al mismo sitio de donde se partió (lo que por otra parte es lo único posible si nos negamos a considerar hechos), despreciendo por medio todo lo que se puede conocer de la naturaleza humana a través de la historia y considerándola como algo totalmente maleable, es algo que no va conmigo.
Eduardo -de nuevo- escribe Canibalismo científico en respuesta a Liberalismo radical de Capella:
Cualquier miembro de la sociedad humana que no sea un débil mental o padezca una lesión neurológica severa (recordaba Gustavo Bueno), sabe ya muchas cosas de moral y realiza espontáneamente juicios éticos y morales, así como juicios estéticos, arquitectónicos, políticos o filosóficos. Tales juicios mundanos son absolutamente previos a toda reflexión filosófica o científica formalizada. Como la gramática con respecto al lenguaje natural, la filosofía moral es un saber de segundo grado; Kant: la filosofía mundana es "legisladora de la razón". La moral es un faktum previo a la Academia.
Como el materialismo histórico y la moral del "nuevo hombre" que pretendía alumbrar, la "ética de la libertad" no es ya filosofía, no es saber "de segunda potencia", sino ciencia. Y ciencia en sentido fuerte, según parece. Aunque uno puede sospechar que el modelo de "ciencia" que maneja el autor se asemeja más al de la antigua geometría euclídea que al de la teoría cuántica moderna
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Muertes paralelas en ambos textos:
Capella: [...] E igual que un cirujano para operar suele tener que cortar, lo cual sin anestesia resulta muy doloroso, un liberal que analice críticamente la realidad a menudo se encuentra mostrando errores ajenos, de los cuales parece que no hay escasez. Como a la gente no le suele gustar que le muestren su ignorancia ni que se critiquen sus preferencias más íntimas, el liberal radical va por la vida "haciendo amigos". Espíritus delicados abstenerse.
Eduardo Robredo: [...] Lo que está bien claro es que los caminos de la dialéctica no son inescrutables, y que de hecho han conseguido sacar de quicio a los ancap. Algunas pruebas: Capella ni siquiera cita a las personas que lo han criticado...y ya se reconoce como una verdad incómoda que la "ética de la libertad" nunca dejará de ser una posición "radical", pero extravagante y ridículamente minoritaria, incapaz de "comprar los votos" de las clases medias. Q.E.D.
Por Prevost