+ Aquellos senadores que revolucionaron España
La verdad que de ser cierto el rumorcillo que leíamos en Freelance corner, qué equivocado andaba Aznar o cuán presto Pío en reaccionar, porque ésta ha sido la semana grande del Partido Popular en la cámara alta. Y es que mal no se habla no, se está en prensa y la Izquierda silente despierta, o vuelve a sus fueros en silencio... ¿Qué se puede criticar de los dos grandes posicionamientos del PP? Poquito, esta vez de nada servirán tres Pepinhos y dos Gabilondos. Ha conseguido mayoría suficiente para reprobar a la negligentísima Maleni Aviaco, esta vez a Zapatero no le valió el mercenarismo del PNV para librarse por los pelos. La votación, aunque no vinculante, me ha reconfortado esta tarde porque es un duro revés para un gobierno que vive de la sonrisa y los gestos vacuos.
Desde el PSC a lo suyo, almidonando al nacionalismo catañán mientras ellos barretinan más que el mismo Puyol, pero eso sí, llegada la hora de la verdad, a proteger a su ministra de Fomento, socialista, concendiendo mayor empuje si cabe a los más irredentos separatistas con un argumento de peso, la pésima gestión de determinadas parcelas públicas desde un gobierno central mal gestor, tuercebotas y además soberbio.
Pero entre la reprobación y el conejo que se comió Zapatero, no puedo irme sin recordar esa ruptura respecto al canon. El otro gran movimiento en el Senado va más allá de una simple votación, y es que ya lo dijo el de la lancha motora en el siglo XVI, la mayor victoria está en vencerse a sí mismo, y eso ha ocurrido en el seno de Génova por culpa de sus senadores. O mejor dicho, gracias a.
Y me da a mí que la trascendencia será mayor todavía, porque cuando dentro de 15 años lloremos por la existencia de tanta traba impositiva en los multimedias, o al revés, nos alegremos de su ausencia -junto con la de ZP- la nolstalgia nos hará recordar aquellos señores tan criticados por cobrar sin hacer nada, que sorpresivamente un día cambiaron el rumbo de una votación, de las políticas en nuevas tecnologías del partido de la oposición, y sentaron el precedente de políticos que en la Expaña del siglo XXI se liberaron de las cadenas de Teddy Bautista para escuchar a aquellos que los eligieron, sin pagar, porque no había ánimo de lucro, sino Razón.
De la mano de Rajoy, gracias a este hecho, el PP votará contra el PSOE, la SGAE y su canon en el Congreso, pero la lucha acaba de empezar, porque el lucro cesante es la gran esperanza blanca de mafiosos, impostores y multitud de vividores.
Por Prevost