+ La ciudad que fue. Barcelona años 70 (3) Intervenciones
Para vuestro gozo a partir de aquí me convierto en un simple bloguer-linker pues tenemos un buen resumen de lo contado anoche en esta noticia. Yo tan sólo dejo algunos apuntes.
Fotos de este post: Galería LD
Losantos llegó en 1971 a Barcelona en moto y se fue en 1981 en ambulancia. Pero lo que él nos contó lo veremos en un vídeo. Javier Rubio dejó palabras de amigo, de compañeros en aquella ciudad, de los años barceloneses convividos, describiendo algunos rasgos del emérito crispador por excelencia de esta Expaña, como son la generosidad o su gran valía en las letras, llegando a afirmar que es el mejor columnista que existe. Bueno, yo que sólo soy fan a veces y no íntimo, debo estar en desacuerdo con ese punto. Excelente columnista pero tampoco nos pasemos.
Amando de Miguel se enfarragó en su mundo de palabras, recurriendo al catalán, o mejor dicho, algo que según cuentan siempre los ha definido; La rabia y la ternura, traducido. En ese momento sí que sufrí el deja vu recordando el conocido texto-denuncia de la fallecida Oriana Fallaci, La rabia y el orgullo. Ternura por la nolstalgia, por la Barcelona donde un notable número de ciudadanos buscaba, ansiaba la Libertad o la agarraba como podía, cosa que no ocurría en otros lugares de España. Rabia por cómo estropearon ese gran espíritu que caracterizó a la capital catalana años más tarde con el enraizamiento del más abyecto nazionalismo (bueno, sin más, dicha corriente siempre es abyecta).
Rubio, Nolla, Losantos, Sirera, De Miguel y Lafuente en el espacio en blanco
Nos echamos todos a reir porque nos contó que en aquella década viviendo en Barcelona no se conocieron, Amando ejercía su pasión política en el mundo académico y Losantos era más del estilo (perdonadme la comparación) de ése veinteañero progre que aparece en Cuéntame. Je, je. Nos reimos, decía, porque comentó que se conocieron al finalizar la década coincidiendo en sus expulsiones de:
El País “cuando se convirtió en un periódico sectario”, de Cataluña “cuando llegó a ser una tribu layetana”, de Antena 3 “cuando fue fagocitada” por Prisa y del ABC “cuando dejó de ser el diario de Lord Anson”. “No somos paranoicos”, ironizó De Miguel, “no es que sean persecuciones, es que son fatigas”
Sirera nos trajo al presente, con un discurso algo político en el sentido no de hablar de política, que de eso es la mitad del libro, sino del Partido Popular y lo que representa hoy en la Cataluña aborregada. Pero cómo acertó afirmando que ser español no debería ser delito allí como casi ocurre ahora, considerado como extranjero todo no adepto a la enfermedad que corroe aquella tierra. Sí, mister P era Piqué, y menos mal que ahora dirige los designios del PP allí el señor Sirera, en principio heredero de las virtudes y convicción de Vidal Quadras, aunque lo vigilaremos con mucho tino los más cavernarios derechistas y/o españolistas patrios.
Maite Nolla, de Ciutadans, la única corriente de izquierdas no nacionalista, realizó una intervención en paralelo aunque de menos partido, recordando las similitudes entre la reacción de la izquierda por aquellos tiempos y los que corren. por cierto recordó que muchos de izquierdas, o tan sólo liberales, se habían acercado hace un año a su partido no por coincidencia ideológica con los postulados de Keynes, sino por la ausencia de voluntad rebelde en el PP de Piqué.
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Por Prevost
Me parece fascinante cómo tienden a converger ciertas personas desde posturas progresistas en su juventud hacia finales más o menos escépticos de todo. supongo que es el callejón sin salida al que lleva la insobornabilidad y cierta forma de ser íntimamente liberal...
Por cierto, una de las formas más honestas de llevar el tema de la política, me parece que es la de ciertos elementos de la "movida" -alguno sale en las imágenes- que la miraban de una forma descreída, y desde luego no borreguista-interesada, como hacen hoy tantos de esos "artistas" "progres"