+ Barcelona que fue (5) Presentacion/extracto
Finalizo las entradas de la presentación del libro de Losantos con un extracto del mismo, los dos primeros párrafos. A la tarde, u otro día si tengo ganas y no me tiran de las orejas los de la editorial Temas de Hoy, postearé más.
Anoche comencé su lectura y me está resultando apasionante, porque como afirmó De Miguel en la presentacion, tiene mucho de literatura y ese punto loquillo de aquella Barcelona de los años 70, desconocida para muchos y muy similar en la explosión de creatividad y empuje libertario que caracterizó a la Madriz de la Movida. Es autobiografía de Federico y de esa Cataluña que fue vanguardia de las libertades, nexo de unión de la España aletargada con la pujante Europa y hoy devenida a todo lo contrario:
Anteriores:
+ La ciudad que fue. Barcelona, años 70 (1)
+ Barcelona, la ciudad que fue (2) Crónica con Loquillo
+ La ciudad que fue. Barcelona años 70 (3) Intervenciones
+ La ciudad que fue. Barcelona años 70 (4) Losantos
A comienzos de los años setenta, miles y miles de jóvenes de toda España llegaban a Barcelona en busca de la libertad. En realidad, Barcelona no tenía mucha más libertad que otras ciudades españolas; La libertad la poníamos los que íbamos allí a buscarla. Pero éramos tantos, que al poco de llegar, se notaba. La ciudad era entonces, más que nunca, las Ramblas, estación de ida y vuelta, apeadero y oasis, fulgor y sombra abiertos las venticuatro horas del día.
Y pasado el primer deslumbramiento, la primera fonda, el piso de paso, el lecho prestado; una vez confirmada la decisión previa de irse a vivir allí, aquella riada humana, auqel hormiguero de colores psicodélicos con menos obreras que reinas, se esparcía por las callejas y avenidas, los cuartuchos y las fondas, los pisos compartidos por el extraradio y los pueblos vecinos en la montaña o junto al mar. Porque además estaba, invisible, el mar.
Lo que hace a una ciudad y lo que una ciudad nos hace no reside en el extraradio de sus calles, las lenguas que en ellas oímos, la manera de vestir la moda, el ritmo de la gente al andar, sus infinitos signos, monumentos y piedras caedizas; ni siquiera esos arrabales donde la ciudad ya no existe y, sin embargo, está. Una ciudad es el espíritu que en un determinado momento la anima, ese algo impalpable que nos atrae o repele. Y en aquellos años setenta, Barcelona parecía imantada por un extraño atractivo que la hacía irresistible, A ella acudíamos de todas partes, buscando lo que no podíamos encontrar en la provincia pequeña ni en la otra ciudad grande, Madrid, en la que toda libertad parecía más difícil, mientras que en Barcelona la creíamos al alcance de la mano. Y la tomábamos.
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ACTUALIZO. Federico entrevistado durante la tertulia de su propio programa, la Mañana de COPE, por Luis Herrero. MP3 de la entrevista aquí.
Por Prevost