+ Tortilla Metafísica
O tortilla de patatas deconstruida. Molecularizada, descojonada, estratificada y superpuesta. Grotesca, que dice Fernando Sánchez Dragó. En copa, pero sin paja. Resultado de la llamada Cocina Molecular, un rollito gastronomicofilosófico que consiste en dar marcha atrás a los ingredientes por separado, dispuestos en estratos químicamente compatibles y deseables.
Y que no cunda el pánico a pesar de ese nombre tan intrigante. Porque las texturas se hacen diferentes, pero el sabor permanece intacto, dicen los expertos. Mmm. Y usted no notará nada deconstruido, salvo su bolsillo.
Así le gustan las cosas a Ferran Adrià, el cocinero tecnoemocional, uno de los cien personajes más influyentes del mundo mundial según la revista TIME, que le ha hecho compartir el honor junto con ayatollas, políticos, artistas, científicos, diversos cantamañanas de trascendencia transcontinental y hasta una bloguera china.
Y como que te conozca el mundo entero es muy difícil, pues no todo van a ser halagos. También hay mucho mosqueo y no menos cachondeo. Y hasta sesudos comentarios sobre el hambre en el mundo como si de eso Adrià tuviera la culpa. Pero lo cierto es que el hombre se lo curra en cuestión de cocina. Le echa ilusión y creatividad. Y hasta triunfa en Francia, que ya es triunfar.
Cocina molecular, con fines totalmente pacíficos.
Por Cruzcampo