+ Dales duro Aquiles
Si hay un blog que pese a su corta vida está alcanzando una repercusión es el de Aquiles en Madrid, un gay del PP con unos principios de aupa (liberal, anti MLF, y come-palomitas del PP) y sobre todo una gran capacidad comunicativa que nos tiene embelesados a muchos. Antes de las elecciones nos dijo que Chueca no es del PSOE y pasadas las mismas lo demostró con estadísticas. Los amigos de NNGG son los que me descubrieron su blog y es algo que agradezco.
Hoy lo cito porque ya tocaba traerlo aquí, y así de paso os muestro uno de los nuestros que no ha salido de un armario, sino de dos. Aunque si os digo la verdad, éste tiene pinta de que nunca dejó encerrarse por nadie en ningún sitio.
Sobre la visita y comunión de Zerolo y Bono en Borromeo:
Yo, personalmente, ataco a don Pedro Zerolo (lo cortés no quita lo valiente) porque me parece que el único motivo por el que está donde está es porque es gay, y muy bien que lo utiliza y se dedica a recordárnoslo todos los días. Ataco a don Pedro Zerolo porque se arroga una representatividad sobre los gays que no le corresponde y que ni yo (ni muchos otros) le hemos dado. Ataco a don Pedro Zerolo porque ser un vocifero activista no es sinónimo de ser un buen político, y así lo demuestra en todos y cada uno de los debates televisados donde grita más que Maria Antonia Iglesias y aporta menos datos que ella si cabe (los argumentos no existen en boca de este señor, no se prepara ni un debate).
Ataco a Pedro Zerolo porque da una imagen del eternamente reivindicativo “lo que sea” que junto con su tratamiento generalizado de los homosexuales provoca en la sociedad el hartazgo que precisamente más nos perjudica, al igual que le ha pasado a los catalanes con su eterna insolidaridad disfrazada de victimismo monetario. Ataco a don Pedro Zerolo (y a todo su conglomerado de asociaciones afines y ultras vociferantes) porque se entromete en nuestra vida y nos dice cómo tenemos que ser y cómo tenemos que vivir nuestra vida, y qué hay que hacer para ser un “buen homosexual”.
Por Prevost