+ ¿El poder embriaga?
Madree, qué bonita es la primavera -o verano- que la sangre altera:
Como un niño con zapatos nuevos, Sarkozy tras su primera reunión en el G8. Algunos piensan está borracho, yo no, y es que ese hombre es pasional de los pies a la cabeza. Aunque visto se acababa de entrevistar con Putin (que no niños, que Putin no le da como Boris Yelsin) también pueda ser no se hubiera puesto el traje especial para evitar contagios de Polonio.
Por Prevost