+ Con la Iglesia -quieren topar-
Fernando Méndez me remite otro artículo, que suscribo, y que versa sobre la Totalitaria
reacción del gobierno ante la opinión de los cristianos. Todo un alegato a la libertad de expresión:
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Después de darme un paseo por los foros de la red, a uno se le ponen los pelos de punta. Hay alguno que ayer por la noche se encontró un Delorean aparcado en su plaza de garaje y ha vuelto a los años treinta. Souvenirs no sé si habrán llenado la maleta, pero seguro que los bolsillos volvieron llenos de anticlericalismo. E insisto, no laicismo, anticlericalismo.
Ayer, una nota de la Conferencia Episcopal desataba las más airadas reacciones de la izquierda. La recomendación de la cúpula de una agrupación de gente voluntaria en torno a unas creencias religiosas es casi una conspiración contra el gobierno, o al menos esa conclusión extraigo yo después de oír a algún dirigente socialista. Escriben en el foro de Meneame.net:"Comentario irreverente que aún así, no puedo evitar: Cada vez me entran más ganas de quemar iglesias... "
La iglesia trata a sus feligreses como niños de parvulario, sí. La iglesia es en cuestiones de actualidad social como al aceite de ricino al lado de las esferificaciones de Adriá, también. La iglesia perjudica a quién pretende apoyar con este comunicado, (algún que otro punki superrevolucionario se levantará resacoso el dominicus electoralis por dar por el culo a los curas) por supuesto.
¿Y? Feligrés que no este de acuerdo, no votará al PP. Progre mentalizado seguirá votando al su partido. Dudo mucho que Rouco y sus secuaces se planten en los colegios electorales armados hasta los dientes.
Es por esto, señora Vicepresidenta y amigos, que lo inmoral es tachar de inmoral una opinión pacífica, orientativa, y de ninguna manera vinculante. Lo realmente rastrero y de bajeza digna de un tirano, es la de fomentar en el rebaño un odio hacia la opinión discordante.
A mí me da igual lo que diga la iglesia, de la misma manera que me trae sin cuidado las borracheras y colocazos de los solidarios en las fiestas del PCE. Mientras no me obliguen a ir, como si se beben el agua de los floreros y se tatúan "I love Castro". Cada uno es dueño de su conciencia, y de negarse a pagar impuestos a los malvados curas.
A lo que nadie nos podemos negar es a pagar los viajes a Londres de nuestro querido ZP, ni los cafés de tres euros de Solbes. Ya que nos roban dinero que luego no saben en que gastar, que por lo menos el babero nos dejen ponernoslo a nosotros mismos.
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Gracias Fernando, y os recuerdo que me podéis enviar cosillas al correo (salyadelarmario@gmail.com). No me comprometo a publicarlas porque dependerá de que me gusten y/o/u esté de buen humor, pero oyes, a lo mejor, a lo mejor. ;)
Por Prevost
Vamos a ver. La cuestión no es si el gobierno se ha "beneficiado" más o menos de la legítima recomendación del episcopado español de que los creyentes de bien no voten a los que dialoguen con la izquierda abertzale pro-etarra. (evitemos eso de Movimiento de Liberación, blablablá) NO. La cuestión es si estos señores que viven en un estado aconfesional (esto significa que, a diferencia del régimen anterior, para dirigirse a sus fieles ahora "sólo" cuentan con la COPE, Internet, Boletín M.C.S.,Popular TV y los púlpitos), deberían o no servirse también de los grandes medios de comunicación públicos (laicos) ávidos de seguir alimentando un sensacionalismo que a todos, no nos engañemos, nos polariza y posiciona. Aquí la división y crispación ya se sabe quiénes la han venido iniciando y quiénes, como es lógico, han intentado sacar algún partido de ella.
Lo siento por el PP, pero, o el señor Rajoy comienza un proceso de purga de elementos retrógrados, reaccionarios ultraderechistas y nacionalcatólicos de entre sus filas (bases internas), o todo el negocio se le va al garete por otros cuatro años y lo que te rondaré morena. Esto es un hecho.