+ Herr Doktor Von "Mortis" El último nazi en Europa
Existen países con políticos decentes e indecentes. Gobiernos guiados por realidades o por tópicos. Nosotros por desgracia pertenecemos al segundo grupo en ambos supuestos. Aunque si habláramos de tópicos quizá alguno podría confundirlos por ideales -alguno de izquierdas, claro está-. Así que definiré la acción política del PSOE como de "chascarrillo arrabalesco".
Dejemos a un lado a la Iglesia porque la izquierda nos ofrece un segundo plato en el menú de su precampaña, -Pepiño, ya se sabe, no da para más-. Y si tenemos en cuenta que la economía, la seguridad o la educación son temas complejos e inalcanzables para el personal de Ferraz, ¿por qué no hablar del doctor Montes?
Este señor de siniestro aspecto, trasunto gaseador de las SS, parece que se nos ha metido a cómico suicida. Correveidile de la Asamblea madrileña de mano de socialistas y comunistas, dedica ahora su tiempo libre a ganarse un puesto en esas flamantes ejecutivas federales de alguno de los dos partidos. Quién sabe si algún día podría llegar a ser Ministro de Sanidad.
Pero los mismos que en su día se cargaron la caja de la Seguridad Social y ahora vuelven a destruir el empleo, se afanan por hacer suya la defensa de lo público. Y con el mal gusto que les precede reinciden en dejar de lado a los desfavorecidos.
Lo vivimos con las víctimas del terrorismo y lo volvemos a vivir ahora con las víctimas de negligencias sanitarias. A la izquierda no le importa ni la vida ni los usuarios de hospitales. La izquierda, lo único por lo que se desgatiña, es por restituir el buen nombre del doctor Montes, cargo de confianza en el Severo Ochoa. O, lo que es lo mismo, un político metido a médico. Es decir, la izquierda lucha por la defensa de los suyos. Y para que los suyos vivan como Vizcondes es lícito que aumenten en un 60% las muertes en los servicios de Urgencias. Todo sea por una "muerte digna".
Por Valmont