+ Racismo en Xunta gallega y el Cerdo vasco
Vía Elentir me entero de que los gallegos en breve quizá sean más rubios que los arios de Hitler (según interpretaciones peregrinas de PSOE/BNG, claro), ojo al dato, Jose María, que lo cuentan en una de sus webs:
Optando por el rigor documentalista, la apelación a textos escritos y el uso de una bibliografía solvente, ofrece ya, según las concepciones orgánico-historicistas, una sólida teoría nacional: Galicia es una nación natural y espontánea, heredera de la raza superior celta, hablante de un idioma propio, habitante de un territorio definido, y poseedora de unas costumbres, una mitología, unas instituciones y un folclore señalados.
Este affair me obliga a rescatar otra de esas memorables columnas de don Alfonso Ussia; El cerdo vasco. Así que os dejo con una lecturita amena para empezar el fin de semana con mejores pieses:
Y ahora, el cerdo
Las buenas noticias nunca vienen solas. Se intuía el milagro. El descubrimiento científico de la oca vasca, la «euskalantzara», no podía ser un diamante solitario en una montaña de arena.
Ya tenemos la esmeralda. Así lo confirma el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV) del viernes 16 de enero de 2004.
Orden firmada por el Consejero de Agricultura y Pesca del Gobierno de Vitoria, Gonzalo Sáenz de Samaniego Berganzo, por la que se aprueba la reglamentación específica de la raza porcina «Euskal-txerría».
Ya tenemos al cerdo de pura raza vasca.
El cerdo vasco es de «tamaño mediano, con perfil frontonasal subcóncavo y de forma cónica, con rodete dirigido hacia delante de abajo a arriba». Fundamental distinguir estas características raciales. No se le reconocen, como a la oca vasca «andares ágiles», lo que resulta más que doloroso para todo «euskal-txerri» que sienta el orgullo de la raza.
Pero siempre hay compensaciones gratificantes. Una de ellas, la discreción pectoral. Un cerdo con el pecho acusado carece del sentido de la armonía, de la cadencia y del ritmo. El cerdo vasco es de «pecho no muy acusado, con distancia entre encuentros de proporciones medias».
Otra cualidad que distingue al gorrino vasco del resto de los marranos es su «tórax ligeramente aplanado, con costillares arqueados, y de gran profundidad, lo que le da amplia capacidad respiratoria». Es decir, es un cerdo que se puede dedicar en sus ratos libres, dada su amplia capacidad respiratoria, a la práctica del buceo o la pesca submarina.
Llegamos al vientre y a los pezones, ambos más importantes de lo que ustedes creen. «Vientre amplio y descolgado con presencia de 12 a 14 pezones, lo que le da aptitud para criar camadas amplias».
Se me antoja que una pareja de «euskal-txerris», si ambos son responsables, pueden llevarse muy bien siempre que respeten las funciones de cada uno. Mientras el cerdo bucea, la cerda, con su vientre amplio y descolgado y sus catorce pezones, cría a su amplia camada.
Pero la gente se pregunta, y con bastante razón: -¿Qué pasa con los jamones?- Todo llega. El Consejero de Agricultura y Pesca no es persona que se olvide del más valioso tesoro de los cochinos. «Masas musculares acusadas en las nalgas, lo que le proporciona redondez y propicia un jamón de buena maza».
Ya pueden temblar los jamones de Jabugo, Trévelez, Montánchez y compañía. La buena maza del «euskal-txerri» rompe con el pasado. Un cerdo puede bucear, tiene en las hembras catorce pezones y posee buena maza, arrasa con cualquier especie de guarro mesetario.
Su carácter es bueno, por no escribir óptimo. «Son animales dóciles acostumbrados a vivir en condiciones extensivas». Eso dice mucho a su favor. Pero no crean los cerdos vascos que todo el monte es orégano.
Aunque hayan nacido en Guernica, en Hernani, o en Villafranca de Ordicia, están obligados a superar el «baremo de calificación morfológica» para ser considerados cerdos «abertzales». Sólo los que superen los seis puntos sobre diez, «cumplirán las exigencias del estándar racial», según el señor Consejero.
Los cerdos que no alcancen los seis puntos serán objeto de burlas, chanzas y amenazas y tendrán que abandonar la comunidad autónoma si no quieren ir directamente al matadero.
Todo esto referido al «euskal-txerría» de granja o caserío. Otro tipo de cerdo vasco, más urbano, no ha merecido la gloria de la homologación. Es poco individualista y gusta de moverse en piaras.
El pasado domingo una piara bastante numerosa se reunió en San Sebastián. Tributaban un homenaje a otro cerdo.
Un cerdo con nombre, apellido y apodo. Es decir, un cerdo muy conocido. Eugenio Echeveste «Antxón».
Supera con holgura los seis puntos exigidos por la Consejería de Agricultura y Pesca.
Un cerdo total.
Por Prevost
Vaya "rigor informativo" tan propio de la prensa amarillista observo en este blog.
Estaría bien que pusieses un link a las webs donde aparece recogida esa información para que los internautas librepensantes podamos pensar y no nos quedemos unicamente con tu "verdad dogmática". Para "verdades" dogmáticas ya nos basta con las de Jiménez Losantos.
Abuelete, tiene usted que ponerse al día en esto de internet.
Donde escribo "elentir", que es la fuente que sustenta el post, se trata de un hipervínculo.
Si se pincha sobre esa palabra acabrá usted leyendo lo que haga falta para salirse de la fuente dogmática y bla bla bla