+ Gobierno ZP intervenimos por su bien
En los años setenta y ochenta se vivió, al calor de los presupuestos de NU, el proceso de la creación de los derechos del niño (me salto la addenda progre "y de la niña" o, peor aún, "de la infancia"). Fue esa diarrea semilegislativa la que excitó la creación de una serie de procesos de incremento del gasto público en los países occidentales para proteger a los niños -nadie se preguntó, ni se pregunta, de qué- y, de paso, llevárselo calentito.
Entre las más repugnantes manifestaciones del desquiciado proceso descrito por encima, está la creación de leyes penales para "defender" a los menores de sus padres. Hace unos meses en España sufríamos las consecuencias cuando una madre fue condenada por arrearle un guantazo a su hijo en su casa. Con la inestimable delación del funcionario que adoctrina al niño para mayor gloria del Estado y de su cartera.
La sentencia, que aplicaba las leyes intervencionistas, provocó un avalancha de críticas "¿cómo que una madre no puede darle un guantazo a su hijo después de que le tire una zapatilla?", "si además la mujer es discapacitada -obsceno eufemismo para no decir sordomuda-."
El caso es que al gobierno le ha dado vergüenza ajena tener esas leyes totalitarias, de bidet doméstico, y se ha decidido por el "indulto"... Magnífica figura que permite al Gobierno saltarse el código penal a la torera, por mor de su totalitarismo.
Entre las más repugnantes manifestaciones del desquiciado proceso descrito por encima, está la creación de leyes penales para "defender" a los menores de sus padres. Hace unos meses en España sufríamos las consecuencias cuando una madre fue condenada por arrearle un guantazo a su hijo en su casa. Con la inestimable delación del funcionario que adoctrina al niño para mayor gloria del Estado y de su cartera.
La sentencia, que aplicaba las leyes intervencionistas, provocó un avalancha de críticas "¿cómo que una madre no puede darle un guantazo a su hijo después de que le tire una zapatilla?", "si además la mujer es discapacitada -obsceno eufemismo para no decir sordomuda-."
El caso es que al gobierno le ha dado vergüenza ajena tener esas leyes totalitarias, de bidet doméstico, y se ha decidido por el "indulto"... Magnífica figura que permite al Gobierno saltarse el código penal a la torera, por mor de su totalitarismo.
El Consejo de Ministros ha concedido el indulto a una madre sordomuda condenada a 67 días de cárcel y a la prohibición de acercarse a su hijo de 12 años, de carácter "difícil" y "desobediente", en un año y 67 días por darle un bofetón y agarrarle del cuello.
Fuente
Y, como no podía ser de otra forma, muchos pensarán "qué bien que el Gobierno acude al rescate de esta pobre madre", "qué suerte tener un Gobierno que vela por nosotros y sabe lo que nos conviene" y demás berridos ovejiles.
Pero este "indulto" por la via de urgencia deja en evidencia dos cosas:
1) El código penal totalitario de inspiración chequista que padecemos en España, consecuencia del buenismo socialdemócrata. Un código penal que distingue entre el sexo de quienes incumplen sus preceptos para asignar las penas. Un código penal que no tiene en cuenta ninguna privacidad, y que regula desde las conversaciones de alcoba hasta las broncas de retrete, pero se deja en el condón usado las corruptelas y las componendas de los funcionarios/parásitos.
2) El intervencionismo del gobierno que , no contento con tener un código penal que permite que un profesor denuncie a una madre por educar a su hijo, tiene la potestad de sacar de la cárcel a quien desee; y no solo desea sacar de la cárcel a las víctimas de sus leyes stalinistas, con la misma alegría indulta a agresores sexuales del lobby gay.
Pero este "indulto" por la via de urgencia deja en evidencia dos cosas:
1) El código penal totalitario de inspiración chequista que padecemos en España, consecuencia del buenismo socialdemócrata. Un código penal que distingue entre el sexo de quienes incumplen sus preceptos para asignar las penas. Un código penal que no tiene en cuenta ninguna privacidad, y que regula desde las conversaciones de alcoba hasta las broncas de retrete, pero se deja en el condón usado las corruptelas y las componendas de los funcionarios/parásitos.
2) El intervencionismo del gobierno que , no contento con tener un código penal que permite que un profesor denuncie a una madre por educar a su hijo, tiene la potestad de sacar de la cárcel a quien desee; y no solo desea sacar de la cárcel a las víctimas de sus leyes stalinistas, con la misma alegría indulta a agresores sexuales del lobby gay.
El gobierno crea el problema y la solución nos precipita en el totalitarismo stalinista del siglo XX. Si el gobierno quisiera proteger a los individuos de la interdicción de los funcionarios -como el parásito que adoctrina niños-, lo que haría sería erradicar leyes intervencionistas, en lugar de indultar violadores.
Por Maestre de Campo