+ Siguiendo a Zimbabue
Hay ocasiones en que la Historia permite conocer, de primera mano, qué pasa cuando un pueblo toma el camino de la tiranía, en lugar del camino de la libertad. Zimbabue es un buen ejemplo, uno de los países que ha sido más castigado por el socialismo en la última década. Uno se siente tentado a pensar que el ejemplo de Zimbabue debería vacunar a la población -de todo el mundo- contra los mesías que gustan de ser llamados "camaradas", o, "rojos" y que tienen un historial que, en el mejor de los casos, es inane, y en el peor claramente delictivo. En Sudáfrica hay elecciones, y ello importa por dos cuestiones:
1) En cualquier elección se sustancia una pregunta fundamental en nuestro tiempo: ¿Más, o menos, tiranía?
2) El candidato que, probablemente, ganará está dentro del grupo de los Amin, Mugabe y demás tiranos africanos.Ahora podemos presentar a un candidato con más de 700 acusaciones de violación y corrupción, con 18 esposas, y con un historial terrorista. El candidato del Congreso Nacional Africano, el partido de Mandela, para Sudáfrica, Jacob Zuma, es una continuación de la tiranía negra que asola al continente y que les condena a una ideal mezcla de pobreza y socialismo aderezada con brutalidad sin comedimiento.
Pese a que Mbeki, anterior presidente, ha recomendado no votar al que mejor baile, su partido el CNA, parece tenrelo claro, y Mandela también. En caso de que gane el camarada Zuma podría darse el caso de que en una década, o menos, Sudáfrica siga el mismo camino que Zimbabue, para desgracia de sudafricanos y de todos los que, por obra y gracia de la progresía, estamos obligados a financiar a este tipo de criminales degenerados, productos últimos de un socialismo reaccionario y violento.