+ Defendiendo el Mercado Libre.
Es cierto, sin posibilidad de discusión, que estamos en recesión. Lawrence lo deja claro en su última entrada. Pero resulta aún más palmaria la mentira progre de que esto es culpa del capitalismo y que se vuelve imprescindible intervenir en la economía para evitar este tipo de crisis.
Mises establece con claridad la génesis y el desarrollo de la crisis que padecemos y que no es, como muchos quieren hacer creer, consecuencia de la libertad de los mercados:
Pese a lo cual algunos pretenden mentirnos diciéndonos que la solución está en inflar aún más el mercado, en aumentar la burbuja fiduciara de "dinero barato". El dinero es un medio de cambio y su cantidad no tiene, en sí misma, ningún valor. El dinero vale lo que puede comprarse con él. Si la cantidad de dinero aumenta por encima de la producción de bienes y servicios lo que podremos comprar con ese dinero será, cada vez, menos y menos. Algo que los iluminados de la economía de dos tardes, y los expertos en hundir países, no saben aún.
El Doctor Ayau afirma lo siguiente:
Resulta indiscutible que la posición de moralidad superior de los salva roboluciones es más que cuestionable, pues su afirmación original, contraria la de "las personas tenemos el derecho a hacer todo lo que no viole derechos ajenos", es precísamente que las personas no tenemos más derechos que los que el Estado nos reconozca y que la propiedad es relativa, siempre subordinada al interés del Estado.
Defender la libertad del individuo frente a la tiranía del Estado es, precísamente, un deber moral que aumenta en estos momentos de crisis, cuando el pensamiento infantil lleva a la gente a buscar que "mama Estado" le salve de la obesidad, cuando es "mama Estado" el que llena el plato de panceta todos los días.
Mises establece con claridad la génesis y el desarrollo de la crisis que padecemos y que no es, como muchos quieren hacer creer, consecuencia de la libertad de los mercados:
Los movimientos similares a olas que afectan los sistemas económicos, la recurrencia de períodos de auge que son seguidos por períodos de depresión es el resultado inevitable de todos los intentos, que se repiten una y otra vez, de bajar la tasa de interés de los mercados por medio de la expansión crediticia. No hay modo de evitar el colapso final de una burbuja (boom en inglés) inflado por la expansión artificial del crédito. La alternativa es si la crisis se dejará venir pronto como resultado del abandono de seguir expandiendo el crédito, o, posponerla, para que se presente la catástrofe que involucre todo el sistema monetario de dinero fiduciario.
Pese a lo cual algunos pretenden mentirnos diciéndonos que la solución está en inflar aún más el mercado, en aumentar la burbuja fiduciara de "dinero barato". El dinero es un medio de cambio y su cantidad no tiene, en sí misma, ningún valor. El dinero vale lo que puede comprarse con él. Si la cantidad de dinero aumenta por encima de la producción de bienes y servicios lo que podremos comprar con ese dinero será, cada vez, menos y menos. Algo que los iluminados de la economía de dos tardes, y los expertos en hundir países, no saben aún.
El Doctor Ayau afirma lo siguiente:
La prensa a menudo informa sobre la mala opinión que predomina sobre los “servidores públicos”. Pero los mismos que critican a funcionarios y al gobierno opinan que las actividades del ciudadano deben ser reguladas y supervisadas. Alegan que el gobierno debe estar integrado por los buenos y no por los malos, lo cual equivale a evadir la realidad y caer en la trampa de sugerir que el gobierno debe intervenir para corregir los “defectos” del mercado, mediante regulaciones e intromisiones.Fuente
La realidad es que nuestros críticos no leen lo que escribimos ni oyen lo que decimos. Nuestra posición se resume en que las personas tenemos el derecho a hacer todo lo que no viole derechos ajenos y que es una obligación prioritaria del gobierno proteger nuestros derechos, en lugar de inmiscuirse en nuestros asuntos privados. Es decir, debe protegernos de robos, fraudes y violaciones.
Resulta indiscutible que la posición de moralidad superior de los salva roboluciones es más que cuestionable, pues su afirmación original, contraria la de "las personas tenemos el derecho a hacer todo lo que no viole derechos ajenos", es precísamente que las personas no tenemos más derechos que los que el Estado nos reconozca y que la propiedad es relativa, siempre subordinada al interés del Estado.
Defender la libertad del individuo frente a la tiranía del Estado es, precísamente, un deber moral que aumenta en estos momentos de crisis, cuando el pensamiento infantil lleva a la gente a buscar que "mama Estado" le salve de la obesidad, cuando es "mama Estado" el que llena el plato de panceta todos los días.
Por Maestre de Campo