+ Capitalismo de Estado
Podemos definir el capitalismo de Estado como aquél régimen que, pareciendo, capitalista tiene una cualidad importante. Todos, o casi todos,los empresarios y empresas están vinculados en mayor o menor medida con los poderes públicos.
Los casos conocidos de mangantes de las editoriales, o del ladrillo, no son más que el fiel reflejo de cómo un sistema se perpetúa en el tiempo. La última gracias al Señor Alierta.
Los casos conocidos de mangantes de las editoriales, o del ladrillo, no son más que el fiel reflejo de cómo un sistema se perpetúa en el tiempo. La última gracias al Señor Alierta.
La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto al presidente de Telefónica, César Alierta, y a su sobrino Luis Plácer, de la acusación de utilización de información privilegiada por el 'caso Tabacalera' al aceptar la prescripción del delito, según la sentencia dictada hoy, a la que tuvo acceso Europa Press.
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Pero la audiencia provincial nos cuenta la mitad de la verdad, que en este caso es prácticamente una mentira completa. La audiencia considera prescritos los delitos porque cuenta a favor del interesado, en este caso el señor Alierta:
La prescripción se debe ha que han transcurrido más de cinco años desde que se consumó la conducta ilícita (cuando se vendieron las acciones, en febrero de 1998) hasta que el juez de instrucción decidió en junio de 2003 admitir a trámite la querella interpuesta por una asociación de consumidores. Si en lugar de la fecha en que la querella se admitió a tramite se hubiese contado como fecha de la prescripción la fecha de interposición de la querella (teoría del Tribunal Supremo) a día de hoy Alierta estaría condenado a entre 1 y 4 años de prisión.
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Recordando un país capitalista vemos que el caso Enron y otros se saldaron con condenas de cárcel para los responsables. En España no. España padece de un régimen tiránico en el que no existe separación de poderes con un particular sentido del capitalismo, el capitalismo de Estado. El empresario pasa así a ser tanto rehen como entusiasta admirador del Estado que, de este modo, controla las empresas sin necesidad de nacionalizarlas. Al estilo hitleriano, en España no necesitamos nacionalizar empresas, porque nacionalizamos a las personas.
Por Maestre de Campo