+ Respuesta a ignorantes
Debido a la indecencia (o ignorancia) de algunos de nuestros queridos trolls me veo en la obligación de escribir un nuevo post para responder a tanta memez planteada en los comentarios.
Ruby, cargada de la demagogia que le caracteriza, planteaba la siguiente cuestión:
Si los liberales llaman estafa piramidad a la seguridad social ¿como han de llamar los catalanes al hecho de poner 20 y recibir 15?
Pues bien, sr/sra Ruby, le recomiendo que de vez en cuando eche un vistazo a nuestra Constitución, sobre todo a los artículos 31 y 138 que cito a continuación:
Art 31
1. Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.
2. El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos y su programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía.
Art 138
1. El Estado garantiza la realización efectiva del principio de solidaridad consagrado en el artículo 2 de la Constitución, velando por el establecimiento de un equilibrio económico, adecuado y justo entre las diversas partes del territorio español, y atendiendo en particular a las circunstancias del hecho insular.
2. Las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas no podrán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales.
Cualquiera que comprenda estos preceptos constitucionales comprenderá, también, que el Estatuto catalán es contrario a nuestra Carta Magna por diferentes motivos.
Uno de ellos, el reflejado en el artículo 206 del texto estatutario. En él se señala que la aportación que se fije para Cataluña lo será "siempre que la aportación no altere en ningún caso la posición de Cataluña en el ordenamiento de las rentas per cápita entre CCAA".
O lo que es lo mismo, en el caso de que Cataluña perdiera renta relativa debido a la insuficiencia mental y operativa de sus gobernantes, no sólo no darán ni un duro al resto de España, sino que para colmo seremos los españoles quienes tendremos que pagar sus dispendios. Por lo que no se siguen ni los principios de solidaridad ni se atienden a los criterios de eficiencia del artículo 31.2 de la CE. (¡¡viva la solidaridad y la defensa del "trabajaó" de los socialistas, sí señor!!)
Pero más allá de las balanzas fiscales o, lo que es lo mismo, la diferencia entre los ingresos tributarios que el Estado recibe de los ciudadanos catalanes y la inversión que el Estado hace en Cataluña, existe otro término, si cabe, más importante y que a los nacionalistas se les escapa: balanzas comerciales. Es decir, los bienes y servicios que Cataluña vende al resto de Comunidades y los que compra.
Resulta, oh cosas de la vida, que el superávit catalán de la balanza de bienes con el resto de España es de más de 24.000 millones de euros, el doble de su déficit fiscal. Si añadimos los servicios, la cifra es tres veces superior.
Pero es que además, a través de las cajas catalanas, parte del ahorro del resto de España se transfiere a Cataluña. Se estima que por cada cien euros en Cataluña se invierten 180 gracias a este mecanismo.
Entonces vayamos al quid de la cuestión. Si el resto de Comunidades autónomas promocionaran sus productos, si subvencionaran a los comercios, como hace Cataluña, para vender "productos de proximidad". Si, en definitiva, Cataluña dejara de depender del resto del mercado español, la economía catalana retrocedería 20 años o, lo que es lo mismo, su renta per cápita caería a casi la mitad.
Como ven gestionar un territorio es algo más que agitar una banderita cual mono blande un plátano. Así pues, ¿quieren la independencia? Allá ustedes.
Por Valmont