+ El pueblo elegido
No cabe ninguna duda, a estas alturas del zapaterismo, que nosotros, los españoles, somos el pueblo elegido para mostrar a Europa las bondades del socialismo del siglo XXI. Si bien muchos españoles no terminamos de comprender muy bien qué tiene de bondadoso un régimen que crea paro, corrupción, ineficacia y promueve la violencia y el sectarismo.
En cincodías tienen la encuesta BBVA sobre la percepción del modelo económico y la crisis. Los españoles sacamos, en conjunto, una nota aceptable en doble pensar. Y es que, aunque no lo parezca, los españoles son capaz de posicionarse a favor de la economía de libre mercado al tiempo que reclaman un papel activo para la intervención pública.
Entre las páginas 9-11 del estudio los españolitos de a pie afirman barbaridades como que el 75% considera que el Estado tiene uqe garantizar el bienestar y el nivel de vida digno, o que tiene que proporcionar sanidad a todos, al tiempo que afirman que la economía de mercado es "el mejor sistema posible.
No hace falta preguntarse cómo es posible que tengamos un presidente comoel que tenemos, o que estemos en la situación que estamos. Mirando a nuestro alrededor nos daremos cuenta de que Zapatero es el presidente que, si no merecemos, sí consideramos -como pueblo- el menos malo.
Y así, avanzando de la mano del intrépido líder, como unidad en el socialismo, los españoles avanzamos en la Nueva Europa, creando desempleo, creando ineficacia, expandiendo la corrupción y, principalmente, comportándonos como lo que somos, un pueblo elegido.
Por Maestre de CampoNo hace falta preguntarse cómo es posible que tengamos un presidente comoel que tenemos, o que estemos en la situación que estamos. Mirando a nuestro alrededor nos daremos cuenta de que Zapatero es el presidente que, si no merecemos, sí consideramos -como pueblo- el menos malo.
Y así, avanzando de la mano del intrépido líder, como unidad en el socialismo, los españoles avanzamos en la Nueva Europa, creando desempleo, creando ineficacia, expandiendo la corrupción y, principalmente, comportándonos como lo que somos, un pueblo elegido.