+ El tocomocho de la financiación
Una economista keynesiana -pertenecía al mainstream- definióla economía como una tarta, a la luz de esta deliciosa comparación podemos contar el cuento de la financiación.
Jose Luis tiene 17 hijos, y es el cumpleaños, de modo que decide ir a la pastelería a comprar una tarta, pero Jose Luis no quiere por igual a sus hijos; a unos los quiere más, a otros los quiere menos, y a otros los odia.
Así que cuando Jose Luis vuelve a su casa, decide dar la mitad de la tarta a 2 de los niños y repartir la otra mitad entre los 15 restantes.
Muchos pensarán que Jose Luis no es un buen padre, y probablemente tengan razón, todos estamos acostumbrados a pensar que, en estas situaciones, lo mejor para evitar que los niños organicen la de San Quintín es repartir la tarta de forma equitativa, hacer 17 partes y darle una a cada uno... Pero esta no es toda la historia, ¿cambiaría mucho si nos preguntáramos cómo paga Jose Luis la tarta? Vamos a ver:
Jose Luis tiene 17 hijos, y están de cumpleaños, de modo que decdide ir a la pastelería a comprar unarta, pero Jose Luis no tiene dinero, así que hace que sus hijos se vacíen los bolsillos y con el dinero se va a la pastelería. Pero Jose Luis no quiere por igual a sus hijos, a unos los quiere más, a otros menos, y a otros los odia. Así que cuando Jose Luis llega a la pastelería se pone a pensar cómo repartir la tarta, y se toma media docena de cervezas y compra, con lo que le queda, una tarta para sus hijos.
Cuando vuelve reparte la tarta de la misma forma, hace dos mitades, una para los dos hijos que más quiere; y la otra mitad la reparte entre los 15 restantes.
Pues sí, sí que ha cambiado la historia, si antes Jose Luis podía ser un mal padre, ahora es seguro que lo es.
Lo grave de la financiación autonómica no es cómo se reparte la tarta, lo grave es quién la paga. Y como la pagamos nosotros estaría bien que, en lugar de celebrar cumpleaños, se dedicaran a trabajar, los joseluises parásitos que padecemos en España.
Por Maestre de CampoJose Luis tiene 17 hijos, y es el cumpleaños, de modo que decide ir a la pastelería a comprar una tarta, pero Jose Luis no quiere por igual a sus hijos; a unos los quiere más, a otros los quiere menos, y a otros los odia.
Así que cuando Jose Luis vuelve a su casa, decide dar la mitad de la tarta a 2 de los niños y repartir la otra mitad entre los 15 restantes.
Muchos pensarán que Jose Luis no es un buen padre, y probablemente tengan razón, todos estamos acostumbrados a pensar que, en estas situaciones, lo mejor para evitar que los niños organicen la de San Quintín es repartir la tarta de forma equitativa, hacer 17 partes y darle una a cada uno... Pero esta no es toda la historia, ¿cambiaría mucho si nos preguntáramos cómo paga Jose Luis la tarta? Vamos a ver:
Jose Luis tiene 17 hijos, y están de cumpleaños, de modo que decdide ir a la pastelería a comprar unarta, pero Jose Luis no tiene dinero, así que hace que sus hijos se vacíen los bolsillos y con el dinero se va a la pastelería. Pero Jose Luis no quiere por igual a sus hijos, a unos los quiere más, a otros menos, y a otros los odia. Así que cuando Jose Luis llega a la pastelería se pone a pensar cómo repartir la tarta, y se toma media docena de cervezas y compra, con lo que le queda, una tarta para sus hijos.
Cuando vuelve reparte la tarta de la misma forma, hace dos mitades, una para los dos hijos que más quiere; y la otra mitad la reparte entre los 15 restantes.
Pues sí, sí que ha cambiado la historia, si antes Jose Luis podía ser un mal padre, ahora es seguro que lo es.
Lo grave de la financiación autonómica no es cómo se reparte la tarta, lo grave es quién la paga. Y como la pagamos nosotros estaría bien que, en lugar de celebrar cumpleaños, se dedicaran a trabajar, los joseluises parásitos que padecemos en España.