Hace milenios los hijos de los patricios romanos iniciaban su cursus honorum, su carrera pública, sirviendo en el Ejército, con más pena que gloria, hasta culminar en una canonjía en la que podía llevarse carros de oro, literalmente, a sus casas.
Veremos qué ha cambiado en los funcionarios públicos -conocidos como parásitos- españoles unos milenios después. Tomaremos un caso que hermana a los partidos mayoritarios españoles, Luis Bárcenas reune todos los requisitos, es políticamente correcto, no se le conoce mácula contra el dogma progre, y asímismo es un firme defensor de que el fin justifica los medios.Bárcenas nació en Huelva, pero no fue óbice para entrar en el Senado -gracias al PP-, elegido en Cantabria. Se licenció en ICADE, como otro progre de pro bloggero exitoso, y entró a trabajar en el partido como tesorero... ¡Como tesorero!Bárcenas está inmerso en varias causas con la justicia por actuaciones corruptas. Al márgen de la adscripción política lo indudable es que Bárcenas continúa cobrando del partido, como algún exministro cazador, y el Senado le sigue pagando. ¿A cambio de qué? Luis Bárcenas, tesorero del PP y senador electo por Cantabria, lleva prácticamente todo el año desaparecido del Senado, aunque sigue cobrando puntualmente su sueldo de parlamentario, que asciende a algo más de 5.000 euros mensuales, viajes en avión y en tren gratis total aparte.
FuenteEl Senado, al modo romano, es incapaz de expulsar a los que no son ni para aparecer por allí. La única diferencia es que el Senado de Roma no robaba a los romanos para pagar a los senadores, se entendía que vivían de sus "negocios". En la actualidad los senadores continúan con los mismos "negocios", pero además, el Senado roba en su nombre para que no le quede ninguna duda de que viva donde viva será víctima de tan pernicioso sistema.
Su única iniciativa, registrada el pasado 19 de febrero, ha consistido en una pregunta por escrito para conocer el grado de ejecución de las inversiones consignadas en los Presupuestos del Estado de 2008 para Cantabria por parte de cada uno de los 17 ministerios. Eso es todo.A cambio, Bárcenas ha percibido -y lo sigue haciendo- unos emolumentos de 5.198,93 euros brutos mensuales. Esa cantidad incluye 1822,38 euros, exentos de tributación, como ayuda para alojamiento y manutención en Madrid, teóricamente reservada a los parlamentarios procedentes de otras circunscripciones. Pero el tesorero del PP reside todo el año en la capital de España, precisamente por su labor -ahora gravemente cuestionada- en la sede de la calle de Génova.
Al modo de los antiguos romanos, nuestro valiente Senador, ha acreditado suficientemente su valor y sacrificio por la patria, y está listo para recibir su canonjía. De modo que no sería de extrañar que acabara de "empresario", o de "asesor" en alguna empresa de esas que viven del presupuesto. Como no podía ser de otra forma para quienes acreditan ser incapaces de ganarse la vida ni siquiera ejerciendo el oficio más antiguo del mundo.La tragedia de Bárcenas es que evidencia el fracaso del sistema para depurar a los corruptos de su seno. No solo su partido político se resiste a expulsarlo, es que la administración le mantiene, sin ningún sentido, sus privilegios. Fue también en épcoa de Roma cuando un emperador acuñó la célebre expresión de que la mujer del César no bastaba con que fuera honesta, debía parecerlo.
Por Maestre de Campo