+ Nuestros Monstruos S.A. (tercera parte)
¿Andaban respirando aliviados, pensando que ya se habían acabado los capítulos informativos sobre nuestros monstruos favoritos y sus costumbres?
Pues no. Hoy les quiero presentar a Iñaki Gabilondo, ese periodista prisaico por excelencia que definiríamos como el núcleo duro del periodismo socialista, antiamericano y filoislámico. Y podría decirse que a cualquier comunicador con mucha mala leche aún le faltan ríos de mala leche para llegar a su nivel. Es especialista en peloteo gubernamental, velado o descarado, y si hay que encontrar un terrorista suicida en calzoncillos a toda pastilla, él lo encontrará sin problemas. Cuando existe mucho mal rollo político o social en España, él suele barajar tres posibles culpabilidades: las víctimas de la Eta , o bien los colegas de la Cope y allegados , o directamente el Partido Popular. (Bush es para el mal rollo en el resto del mundo.)
Si usted es socialista y tiene problemas de conciencia para manipular cínicamente en su espacio mediático usted mismo; llámele, él es su hombre. Después, se podrá retractar si la caga mucho; y así hasta la siguiente pifia.
Noticiero Canal Cuatro
Nuestro segundo de hoy: El Gran Wyoming , Miguel Monzón, imitador patético de Jay Leno, aunque se cree que sólo él tiene la NBC por satélite en casa y que por eso nadie se ha dado cuenta. Gracioso oficial del PSOE que gana un pastón por burlarse de los demás colando entre el jijiji y el jajaja , un poco de doctrina política. Denle cualquier tema para un chascarrillo jocoso y se las arreglará para meter en un minuto a Aznar, a Federico Jiménez Losantos, a Bush y a la guerra de Iraq, todo de una tacada y guiñándonos el ojo. Nadie da más en tan poco tiempo. Cuando se puso el alias - aunque le echa el muerto a “un amigo”- ya se imaginarán ustedes que pensaba en su obsesión de siempre, los USA, país que le tiene traumatizado pero no porque haga guerras por ahí y todo eso, sino porque sabe que de ahí salen los grandes talentos del espectáculo, lo cuál le escuece una barbaridad.
Su gran mérito hay que reconocerlo, ha creado escuela: los medios ya están atiborrados de nenes becarios alcachofa en mano, tratando de escarnecer lo más posible al personaje consignado del momento. Gracias Guayomin. A veces hasta parece inteligente, pero sólo lo parece. Tengan en cuenta que nunca encuentra en Zapatero ningún motivo de escarnio.
Guayomin jar jar
No se vayan todavía, aún hay más. Con un redoble de tambores y un ligero toque a degüello, aquí llega Maruja Torres. Comprenderán que un tratado sobre progresistas de gran calado sin ella, sería como un jardín sin flores, aunque no es precisamente en una flor en lo que uno piensa nada más verla, ¿a que no?
Maruja es escritora, o eso dice ella, y periodista feminista sarcástica, o eso dice ella también. Y mala, pero eso ella no lo dice. De la izquierda ultraantiamericana, le preocupan la tira los pobres, aunque presume de ser rica al primer descuido. Su obsesión freudiana: el Líbano, lugar donde nadie sabe a ciencia cierta qué líos tiene, y cuya sociedad considera como modelo idílico con Hezbullah como parte esencial de la amabilidad beirutarra. Su fijación enfermiza: el feminismo, para adorarlo. Su yuyu particular: el binomio gringos-sionistas, para aborrecerlo, claro. Y desengáñense, son los votantes del PP los que le parecen unos hijos de puta integrales y por supuesto, los judíos, a los que considera una amenaza para la paz de la zona - de cualquier zona- y con cuya desaparición parece que sueña y no sólo sueña, expresa sus opiniones también despierta.
Maruja, sin maquillaje
Como era de temer, presentó una obra cumbre en 1999 donde contaba la tira de topicazos acerca de la mujer en la guerra – y adivinen en qué guerra - y lo subtituló, “Más Masters da la vida”, con lo que demostró que quizás le faltaban libros y le sobraba calle. No me digan que no es la frase ideal para quedar un poquillo con el culo al aire.
Por Cruzcampo