+ De acciones y reacciones
No sé si Zapatero se acordará, porque quizás no consume nada americano, de aquella película titulada Sucedió una noche. Yo la verdad, no sé qué sucedió esa noche pero sé que en una de las escenas, Clark Gable creo que se quita la camisa blanca no sé muy bien para qué y oh cielos, resulta que el tío iba sin camiseta. Tiempo después del estreno, las ventas de camisetas en Norteamérica bajaron al ras del suelo y los empresarios se acordaron muy bien de Gable el orejas y de su señora madre.
No pensaba mezclar al cínico actor de Hollywood con el cínico actor de la Moncloa , pero me han venido a la mente las consecuencias que tiene la exhibición pública de un gesto, una pataleta, una simple imagen, una palabra, o una simple y ausente camiseta.
Quizás ustedes piensen que alguien debería decirle a JL R Zapatero urgentemente, (aunque con más vergüenza de la que Moratinos dispone para dirigirse al empresario Hatchuel), mientras se pone kefiyas de terroristas en público en plan jiji jaja cómo me mondo con la juventud progre; que las acciones de un presidente, tienen sus consecuencias, ya sea quitándose la camisa, poniéndose un pañoleto arafatensis, largándose de Irak, mamándosela a todos los terroristas forasteros y autóctonos, dejando que su equipo llame asesino a un gobierno democrático, etc, etc. Y puede que ustedes tengan razón, pero JLR Zapatero, todo eso ya se lo sabe o lo intuye y no necesita que nadie se lo diga.
Sabe que sus acciones no salen gratis, que lo suyo con Israel ya roza lo personal, que la economía de España y lo que negocia por esos mundos depende de que no juegue a dar lo que no es suyo y no toque las narices gratuitamente a quienes manejan el cotarro, sabe que los trabajadores de empresas españolas transnacionales que intentan abrirse paso en el mundo exterior, también le pagan su sueldo, y sabe que el mundo judío, obrará proporcionalmente, tal como a él le gusta, frente a sus ofensas, e intentos de humillación. Y hasta quizás le han dicho que el Islam ni por el forro pagará traidores, pero ese futuro ya no se lo come.
Es decir, que igual lo sabe todo, pero maldito lo que le importa. Porque empresarios puteados, imágenes de “presidente resistente” empañolado, soldados escaqueados, economía tocada del ala capitalista, vagos felices y moritos complacidos, son votos seguros para el socialismo. Y si no lo son pues mira. Habrá cobrado un pastonazo sin currar, habrá viajado, habrá ido de pacifista moderno y se lo habrá pasado en grande. Y si la cosa se tuerce, que le quiten lo bailado.
Por Cruzcampo