Dejadme que sonría y luego me carcajee antes de empezar a escribir el post: jajajajajajajaja. Y es que, aunque hundido esté el país, no puedo negar que algo de humorísticos tienen los dirigentes del PSOE y del Gobierno. Aunque lo que tienen de payasos, lo tienen también de lamentables por el otro lado; lamentables y miserables, no lo olvidemos.
Todo esto viene por la macromanifestación de ayer; multitudinario acto al que acudieron los dos gatos que estaban comiendo pescadillas en la Puerta del Sol, Bin Laden, el espíritu de Arafat y en la cabecera un tal Zerolo, del que no se conoce carrera profesional alguna y cuyo mayor logro en la vida es el de ser maricón y haberse casado hace poco. Me parece estupendo, pero yo creía que el PSOE apostaba por la calidad cultural.
Con tambores y panderetas gritaban todos al unísono:"Paz! Paz!" mientras intentaban agredir a un señor que por allí se encontraba defendiendo a Israel. Pero qué desfachatez, qué crimen! Cómo se puede defender de esa forma a una democracia...
Y ante los intentos de agresión se le llamaba "judío" (qué insulto!) , "nazi" (atentos a la comparación tan reflexionada), "asesino" (el hombre, claro está, no sólo se acercó con un cartel en la mano, sino que por el camino había matado a cinco personas que se le cruzaron). Y finalmente todos los borreguillos se pusieron a gritar "nazis, nazis"