+ El nuevo sistema de financiación autonómica
El Gobierno de la Nación se encuentra ante un gran reto para el próximo año: pactar la financiación autonómica con las Comunidades Autónomas. Reto en el que se ha comprometido directamente el Presidente del Gobierno dejando de lado al Vicepresidente Económico. Este hecho unido a que en las negociaciones en Moncloa con los presidentes autonómicos estuviera presente el Secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña y no Pedro Solbes nos abre los ojos acerca de su futuro inmediato (ya tenemos aquí otro chismorreo)
Según el borrador presentado a finales de año y que ha llegado a mis manos algo mutilado (tendré que tirar de las orejas a mis fuentes de información) el Gobierno pretende crear tres fondos de financiación: un primer fondo para garantizar la financiación de los Servicios Públicos Fundamentales para todos los ciudadanos, un segundo fondo denominado Garantía de Suficiencia Global para hacer frente a los gastos de las competencias transferidas y un tercer fondo de Competitividad y Cooperación destinado a reducir las diferencias de financiación per capita incentivando la recaudación y apoyo a las CC.AA. de menor riqueza.
Según el borrador presentado a finales de año y que ha llegado a mis manos algo mutilado (tendré que tirar de las orejas a mis fuentes de información) el Gobierno pretende crear tres fondos de financiación: un primer fondo para garantizar la financiación de los Servicios Públicos Fundamentales para todos los ciudadanos, un segundo fondo denominado Garantía de Suficiencia Global para hacer frente a los gastos de las competencias transferidas y un tercer fondo de Competitividad y Cooperación destinado a reducir las diferencias de financiación per capita incentivando la recaudación y apoyo a las CC.AA. de menor riqueza.
Esto que sobre el papel es muy bonito no lo va a ser tanto en la práctica. En primer lugar, y desconociendo si las Comunidades ya tienen datos numéricos de la parte de la tarta que les correspondería, tengo la sensación que el presidente Zapatero a prometido la pastelería entera. Si el Estado recauda 100 no puede comprometerse a dar 105 a las Comunidades por dos motivos: el Estado sigue teniendo competencias que tiene que seguir financiando y la financiación se hará a cargo de la deuda pública que lastrará a la nación en las siguientes décadas (máxime cuando hoy se ha conocido el empeoramiento de la deuda española respecto al bono alemán).
En segundo lugar el nuevo sistema, que si bien recoge el lógico criterio fundamental de la población como criterio de financiación, el aumento de la participación de las CC.AA. en la recaudación del IRPF, IVA e Impuestos Especiales supone un torpedo en la línea de flotación del principio de solidaridad interterritorial.
En tercer lugar, se articula un sistema para acallar y comprar a los nacionalismos periféricos que rompe con en principio de equidad regional. Se establece como criterios de financiación, además del criterio poblacional y sus necesidades, acogida de flujos migratorios y capacidad y esfuerzo fiscal, un criterio denominado “políticas de normalización lingüística”. En principio estoy de acuerdo en la defensa del fomento de lenguas cooficiales en el País Vasco, Cataluña y Galicia. Lo que no estoy de acuerdo es que se utilice esta vía para otorgar recursos extras a estas Comunidades para que sigan con su política de hostigamiento al castellano (o español como prefieran llamarlo) y financiación del radicalismo separatista.
En definitiva. Hasta que no se pongan cifras encima de la mesa no podremos hacer una valoración clara sobre el nuevo sistema de financiación que se está elaborando. Conocemos los criterios que se van a aplicar pero seguimos sin conocer la ponderación que van a tener los mismos. Conocemos los distintos Fondos que van a existir, pero desconocemos cuanto se va a destinar a cada Fondo. Lo único seguro a estas alturas es que para contentar a todos Zapatero endeudará a las generaciones futuras.
Por Wolfer