+ Gembloux por España
El 31 de enero de 1578 se encontraron en Gembloux los ejércitos de España y los secesionistas holandeses. De un lado estaba De Goigne con 25000 orangistas y mercenarios y del otro Don Juan de Austria, que Dios tenga en lo mejor de su Gloria, con 17000 para ventilar a estocadas las diferencias sobre la lealtad al Rey prudente o al Taciturno.
Don Juan que perseguía a los rebeldes quería entretenerlos hasta que llegase el grueso de sus tropas y envió a Octavio Gonzaga, pero en los primeros encuentros los nuestros notaron que los rebeldes tenían demasiado amor por su vida; viendo Don Juan que la situación de Gonzaga era comprometida dió orden de que se retirase, a lo que Gonzaga respondió que él nunca había vuelto las espaldas al enemigo y, aunque quisiera, no podía, y así se lanzaron contra su caballería, a las órdenes de Alejandro Farnesio la caballería católica deshizo a la orangista, compuesta de reitres, y, a partir de ahí, todo se precipitó.
La infantería rebelde no pudo aguantar y los nobles soldados de Su Majestad Católica destrozaron el ejército insurrecto, las bajas rebeldes superaron los 10000 hombres, mientras que no llegaron a un centenar las del ejército católico. Tras la batalla el frente entero se desplomó y se consolidaron posiciones tan importantes como Namur. La victoria en Gembloux tuvo un papel importante en la consolidación política de lo que hoy es Bélgica.
Por Maestre de CampoDon Juan que perseguía a los rebeldes quería entretenerlos hasta que llegase el grueso de sus tropas y envió a Octavio Gonzaga, pero en los primeros encuentros los nuestros notaron que los rebeldes tenían demasiado amor por su vida; viendo Don Juan que la situación de Gonzaga era comprometida dió orden de que se retirase, a lo que Gonzaga respondió que él nunca había vuelto las espaldas al enemigo y, aunque quisiera, no podía, y así se lanzaron contra su caballería, a las órdenes de Alejandro Farnesio la caballería católica deshizo a la orangista, compuesta de reitres, y, a partir de ahí, todo se precipitó.
La infantería rebelde no pudo aguantar y los nobles soldados de Su Majestad Católica destrozaron el ejército insurrecto, las bajas rebeldes superaron los 10000 hombres, mientras que no llegaron a un centenar las del ejército católico. Tras la batalla el frente entero se desplomó y se consolidaron posiciones tan importantes como Namur. La victoria en Gembloux tuvo un papel importante en la consolidación política de lo que hoy es Bélgica.