+ En un país llamado socialista
En Estados Unidos, tan en solfa últimamente tras la victoria de Obama, no se atreven a pronunciar la palabra "socialismo". Es algo así como invocar al mal tiempo o a algún tipo de cenizo monclovita. No es para menos.
Ha sido ganar ZP y 800.000 familias españolas tienen ya a todos sus miembros en situación de desempleo. Y a pesar de que nada tiene que aprender de la derecha, Zapatero ya tiene sobre sus espaldas más paro que Aznar. Se come sus palabras, sí. Pero la cuestión es, ¿qué comeremos nosotros en medio de toda esta vorágine destructiva?
Según la UE todo apunta a que el panorama irá a peor. Las previsiones indican un 19% de desempleo para el próximo año y el Gobierno, que nos toma por ilusos, dice que las previsiones europeas siempre fallan mientras, una vez más, nos piden confianza. Pero, ¿en qué? ¿Es que acaso no ha fallado la nula política económica de Zapatero? ¿No nos hablaban en campaña de pleno empleo? ¿De qué han servido las inyecciones a bancos y cajas?
Hasta el momento lo único que conocemos es el Plan E. -que más bien debería llamarse "F" de fracaso-. 36.900 euros para crear un puesto de trabajo temporal que durará, como mucho, hasta el 30 de diciembre del presente año. Fecha en la que deberán estar finalizadas las obras financiadas con los 8.000 millones del Estado.
Unos millones, por cierto, que en muchos casos se destinarán para construir spas y grandes piscinas climatizadas. Unas obras que requerirán mano de obra especializada y por lo que, los consistorios, no podrán echar mano de las listas del INEM.
Mucha grandilocuencia la del presidente Zapatero aunque pocos remedios para tantos males.
Si tenemos en cuenta que la creación de empleo es la mayor política social que puede acometer un Gobierno, nos encontramos ante uno de los Ejecutivos menos sociales de la democracia.
Para muestra, un botón:
Por Valmont