+ Realidad nacional visigótica
Con la "realidad nacional visitógita", y mayor ímpetu narrativo o científico que el mismo Código Da Vinci de Dan Marrón, Pablete Molina nos trae en la Ilustración liberal un delicioso pasaje de lo que ha sido nuestra Historia.
Wamba, Recaredo, Leovigildo, Hermenegildo, don Rodrigo. Nombres que no se escuchan mucho últimamente, ahora se lleván los Cambó, Blas Infante o Sabino, menudos.
"En ayuda de los íberos y celtíberos acudieron raudos los hermanos del norte, suevos, vándalos y alanos, pero los visigodos, que controlaban amplias parcelas del territorio peninsular, aliados con el Gran Satán romano, les pusieron de patitas en la frontera sin instruir ni un mísero expediente de expulsión. Lo que podría haber fructificado en un rico intercambio cultural acabó en un aumento del recelo y el odio mutuos por culpa de la ausencia de las necesarias políticas de integración. Y lo que es más, supuso la negación del legítimo derecho a la autodeterminación de las naciones que habitaban la península desde que Dios creó a nuestros primeros padres y estableció el euskara como lengua oficial del Paraíso."
Después de ojearlo, y sin ponerme demasiado verde, decidí que este artículo lo regaba con el adaggio de Spartacus y Phrygia, de la tórrida Calígula, y merece la pena (el artículo, me refiero. Bueno, y la película, ojeadla, pero yo no digo nada).
Zapa, ¿y tu caballo?
Por Prevost