+ Cómo me ponen las porras
Es noticia que en la España del talante socialdemócrata y el Zen-tro acomplejado, miles de ciudadanos salgan a la calle para solicitar libertad de elección, poder hablar en la lengua que les salga de los nísperos en su propia tierra, ya sea castellano o gallego. Sin que ora Franco les imponga un idioma, ora los gobiernos coaligados del PSOE y nazionalistas otra, como sucede en la Expaña contemporánea.
Pero para saber más de cómo ha transcurrido la manifestación, podéis leer la excelente crónica y fotos que publica Elentir. A los que lo han criticado tanto, a esos envidiosos, dentro de unos años les preguntaremos dónde estaban en días como hoy, porque dónde se hallaba él ya lo sabemos: Elentir defendiendo la libertad y soportando los botellazos, increpaciones y violencia de unos boinas nazionanistas que gracias a Zapatero gobiernan en Galicia, como también en Cataluña.
Pero decía, no me quería centrar en eso, sino en un bajo instinto que me surge del alma cada vez que veo a la policía cargar contra la chusma como ha ocurrido hoy y podéis ver en este vídeo. Debe ser por eso que a pesar de no ser gran aficionado a los toros no me molesta ver a una bestia rendida ante el humano, o a estos descerebrados violentos sucumbir ante unos ciudadanos policías que han de bregar con la prensa y contenerse ante la incontinencia de los nazis que pretendían reventar ilegalmente la legal manifestación de los gallegos.
Comprendo a nuestra violenta izquierda le ponga la opresión linguística, los botellazos de los antigloba o el dolor de los terroristas de Hammas acosando a los civiles israelíes. Cada ser humano tiene sus miedos o sus formas de sacar a la bestia que lleva dentro. A mí por suerte me sale cuando veo a los cuerpos y fuerzas de seguridad ejercer su función defendiendo los valores democráticos, el estado de derecho, y sobre todo los derechos de esos miles de gallegos que hoy se han manifestado a favor de la Libertad y soportado el estadiof inal lógico de toda implantación fascista como sucede en algunas regiones españolas: El extremismo violento.
Por suerte por ahí sobrevive como puede el estado de derecho y sobre todo mis amigos de azul.
ZAS!
Por Prevost
Qué razón...