+ Mañana como hoy
Con las elecciones gallegas y vascas me ocurre un poco como a una amiga que tiene la suerte de vivir en un pueblo de Madrid en vez de la capital. Ella no ha de plantearse si votar a Gallardón o no, es decir, si depositar un papel en la urna a favor del PP gallardonita del todo vale, del apestoso PSOE, de IU o dejarlo en blanco. Por suerte para mí, lo mismito en esas comunidades, y ya es tanta mi vagancia que ni he hablado apenas de las elecciones durante este tiempo. Por suerte también para los lectores del blog ahí tenemos al incombustible Maestre repartiendo estopa a izquierda y derecha mientras tanto.
Es que plantearse tal dilema es duro, aunque menos que en Madrid claro. Porque una cosa es un PP socialdemocratizado en la capital -poniendo multas por ejemplo hasta los que rebuscan en la basura o Espe capando la libertad para edificar las alturas que a uno le salga de los nísperos- que otro rarito en regiones separatistas que no permita banderas nacionales en los mítines, o en campaña hable del idioma y exclusión de una lengua como el PSOE, si se le presiona, y luego en el gobierno haga de su capa un sayo.
Eso más los defectos del de aquí, un totum revolutum que a un afiliado de tipo normalito como los de hace 10 años puede no importar, pero que a muchos nos povoca profundísimas disquisiciones.
Sí, sí, algo así:
Very very hard, pero como estoy empadronado en la capital centralista y opresora me quito un peso de encima. Cierto que si ganan Touriño y los nazis esos con los que tan a gusto cohabita el PSOEx, malo, pero medio bueno que lo haga Feijoo, así que me sentaré en casa y esperaré resultados sin decir esta boca es mía, y cuando llegue el momento seguiré luchando por las primarias para el PP, la fórmula más justa y de paso estoy seguro que la más eficiente de cara al electorado.
Por Prevost