+ Después de Sharon
No sé si saben que Ariel Sharon, pues como que casi casi despertó hace poco de un coma profundo sorprendiendo a todos, por su capacidad de aguante. Bueno, pues hoy, le habrán dicho al oído que su partido Kadima, ha ganado las elecciones de este 28 de Marzo/Adar seguido de cerca por los laboristas y el Shas. O lo habrá visto él por la tele, si es que aún tiene capacidad de ver algo.
Porque Sharon sigue vivo aunque los canales televisivos árabes ya lo habían matado hace tiempo, días antes de su caída en coma. Era demasiado fuerte el deseo de que el gordo Arik, se muriera y largara a ese infierno especial diseñado por ellos para judíos, un sitio horripilante, sin huríes ni nada de eso.
Pero el fundador de Kadima, ajeno al mundo, en lo inesperado de la batalla más difícil de su vida, peleaba con su propia muerte, el hombre que como el mismo Mubarak dijo una vez, podía hacer la paz con la misma determinación que la guerra, con la misma determinación que despedirse de territorio israelí unilateralmente, a cambio de insultos, rupturas de treguas, tiros de Kassam y victorias electorales terroristas.
En España los fans de la Intifada habían deseado su muerte. Que se muera, que bailarían sobre su tumba, que le den por tal y tal, habían dicho muchos entre risas y esas cosas, los mismos que lloraron a moco tendido en el entierro de Arafat y babearon con su Nobel de la Paz, los mismos europeos que repiten a rebuzno el mito de Sabra y Chatila ... las matanzas cometidas a principios de los ochenta por milicias cristianas del Líbano a las que el ejército de Israel en responsabilidad de Sharon permitió el paso para perseguir terroristas, pero se enfrentó al error y sus consecuencias, aceptó su responsabilidad indirecta y el pueblo judío salió a las calles mientras el mundo árabe se quedó en su casa.
Europa se encargó de despedazar siempre a un Sharon fuerte enfrentado a lo más duro de la política y a quienes odiaban su, nuestro Israel, a un tío que para ellos lo iba a hacer mal, se quedara o se desconectara, se parara o avanzara, negociara o diera una patada en la mesa, en un bochornoso siglo XX mundial de demagogia y matanzas por todo el globo, a veces silenciadas, minimizadas y hasta negadas.
Israel, con baja participación, algo de decepción y hartazgo por el sacrificio mal pagado, despide a un político de los grandes con la acogida sin entusiasmo a Ehud Olmert el unilateralista, que tendrá enfrente a partidos filo-árabes y coaliciones forzadas para el ofrecimiento de Yesha, es decir, retirada de vivos y muertos a cambio de paz y fronteras que desearían definitivas, una paz ofrecida a un islam que vota a Hamas, que no reconoce a la nación israelí y sigue deseando su destrucción.
Proyectos nacionalistas más o menos inviables, son atendidos con brazos abiertos en España, y apoyados por una izquierda que se define antisionista.
Pero lo que no podrán proponer nunca Sharon ni su sucesor Olmert, es la desconexión de los reivindicados territorios ocupados y asentamientos de Sevilla y el Bank de Los Bermejales. Eso ya es trabajo para nuestro gran líder de civilizaciones, JL Rodríguez Zapatero. A ver cómo se lo monta.
Por Cruzcampo