+ ¡¡Ha muerto Oriana Fallaci!!
Lo acabo de leer en Libertad digital, y vaya golpe. La rabia y el orgullo, pero también La fuerza de la Razón. Ha fallecido Oriana Fallaci, una intelectual, una leona que no se arredró en toda su vida, que combatió durante esos 77 años contra nazis primero, comunistas después, y al final contra islamistas radicales e izquierda con traje de camuflaje.
Pensaba dejar aquí todo el artículo inicial que dio pie a su libro más conocido, La rabia y el orgullo, pero atascaría el blog. Así que pego un párrafo cuatro párrafos. El texto le fue encargado por el director de su periódico tras los atentados del World Trade Center. Más tarde, éste se asustó ante la repercusión y rompieron sus relaciones. ¿Ella se iba a arredrar? ¡¡¡Eso nunca!!! Convirtió el artículo en todo un libro.
[...] Y contra Estados Unidos se han roto siempre todos los cuernos. Ingleses, alemanes, mexicanos, rusos, nazis, fascistas y comunistas. Por último se los han roto incluso los vietnamitas que, después de su victoria, han tenido que pactar con ellos, de tal forma que, cuando un ex presidente de Estados Unidos va a hacerles una visita, tocan el cielo con un dedo. «Bienvenido señor presidente, bienvenido señor presidente». Con los hijos de Alá el conflicto será duro. Muy duro y muy largo. A no ser que el resto de Occidente decida ayudar, razone un poco y les eche una mano.
No estoy hablando, como es obvio, a las hienas que se relamen viendo las imágenes de las matanzas y se burlan diciendo «qué bien les está a los americanos». Estoy hablando a las personas que, sin ser estúpidas ni tontas, están sumidas todavía en la prudencia y en la duda. Y a esas les digo: ¡Despertaos, por favor, despertaos de una vez! Intimidados como estáis por el miedo de ir a contracorriente, es decir de parecer racistas (palabra totalmente inapropiada, porque el discurso no es sobre una raza, sino sobre una religión), no os dais cuenta o no queréis daros cuenta de que estamos ante una cruzada al revés.
Habituados como estáis al doble juego, afectados como estáis por la miopía, no entendéis o no queréis entender que estamos ante una guerra de religión. Querida y declarada por una franja del Islam, pero, en cualquier caso, una guerra de religión. Una guerra que ellos llaman yihad. Guerra santa. Una guerra que no mira a la conquista de nuestro territorio, quizás, pero que ciertamente mira a la conquista de nuestra libertad y de nuestra civilización. Al aniquilamiento de nuestra forma de vivir y de morir, de nuestra forma de rezar o de no rezar, de nuestra manera de comer, beber, vestirnos, divertirnos o informarnos...
[...]
Uf, ¿tremenda ehh? Seguro que tú aún no lo habías leído, o lo hiciste hace tiempo. Pues ya sabes, busca un hueco y ojeas el resto en cinco minutos.
¡Va por tí Oriana! Sigo nadando a Contracorriente.
Por Prevost