+ A los liberticidas les crecen las almorranas
Esta mañana nos enterábamos de que el Grupo parlamentario socialista se reunía con el resto de grupos para llegar a un acuerdo: aislar al PP cuando éste quiera saber la verdad del 11-M. Por esto en Hungría ya habrían empalado al presidente del Gobierno.
Pero ahora resulta que el Colegio de Periodistas de Cataluña tiene la osadía de cargar contra El Mundo, Libertad Digital y la Cope por informar y querer saber la verdad sobre el 11 de Marzo.
Estos que tanto gritan para ocultar las mentiras de un Gobierno ilegítimo, son los mismos que bajo el yugo del CAC callaban cuando la Generalitat era instada por parte de diferentes asociaciones internacionales de periodismo, a desmantelar dicho Consejo audiovisual a causa de su grave ataque a las libertades de prensa.
Esta asociación de deslenguados sinvergüenzas son los mismos que se mantenían silentes ante la mordaza del Govern hacia los periodistas, bajo amenazas, para que no se informara sobre el desastre del Carmel.
Esta asociación, en definitiva, no es sino otro apéndice más del largo tentáculo de corruptelas varias que se ciernen sobre Cataluña, empezando por el 3%, y terminando por la donación de papeles, por parte del subdelegado del Gobierno en Barcelona, a mafiosos rusos.
Por el contrario, Pedro J. es reconocido por diferentes premios internacionales y nacionales, como el Montaigne 2006, como periodista de reconocido prestigio, libre e inconformista con las versiones oficiales.
Me horroriza contemplar cómo en un país que se supone democrático, toda la prensa se une al Gobierno para atacar a un pequeño grupúsculo periodístico cuyo único delito es el de querer saber la verdad sobre los atentados más horribles que ha sufrido España. Aunque al fin y al cabo es su decisión y son libres de decidir.
En este caótico escenario Pedro J. juega como Emile Zola ante el caso Dreyfus. Será incomprendido, atacado y mancillado; burlado, insultado y vilipendiado. Pero como en la Francia de principios del XX, o en la España de los noventa, al final la verdad se impondrá; se impondrá sobre el oscurantismo tambaleante de la mafia monclovita. Los escaños azules cederán ante ella dejando a sus ocupantes fuera de juego; y es ahí donde toda la prensa española nos tendrá que dar explicaciones en sus editoriales sobre los ataques vertidos hacia la verdad. Pues no sólo son cómplices del Gobierno los que en el Congreso ponen mordazas, sino también la prensa que de la mano del Ejecutivo nos oculta información y bombardea a los que quieren dárnosla.
Y todos ellos, empezando por el PSOE, siguendo por Coalición Canaria, y terminando por el ABC, pasarán a la historia por ejercer los ataques más graves a nuestra democracia, colaborar con los
liberticidas y ayudar a apretar las correas.
¿Qué queréis que os diga? Me importa un bledo! Dejémosles que hagan ruido. Que nos intenten callar. Dejemos que Coalición Canaria siga apoyando al Gobierno en sus iniciativas, luego llorarán amenazando con crisis institucionales porque se sienten abandonados. Bienvenidos señores de Coalición Canaria, nosotros nos sentimos igual de abandonados por esta administración a la que ustedes tan alegremente apoyan. ¿Y saben qué les digo? Jódanse y luego no vengan llorando cuando Tenerife, Lanzarote o Gran Canaria sea presa del Sida, la Sífilis o la Hepatitis. Ustedes son tan responsables o más que el PSOE.
Dejemos que esta panda de chupópteros sin iniciativa y con el único afán de adinerarse sigan cometiendo errores. ¿Qué van a hacer, ilegalizar a los medios no afines? Entonces lucharemos desde la clandestinidad. Pero nunca cesaremos en nuestro empeño por saber por qué nos están robando lo que tanto nos costó conseguir, y sobretodo qué nos ocultan.
Que sepan los inquilinos de la Moncloa que llegan un poco tarde para instaurar ahora una dictadura.
Sus amagos para imponernos sus ideales ya me están tocando mucho los cojones.
He dicho.
Por Valmont