+ Víctimas silenciosas.
Y sigo con De Juana.
Seguramente, este asesino no se merece que gastemos tanto tiempo en comentar su existencia, pero el PSOE y acólitos, con tal de seguir adelante con el puñetero proceso de paz - la paz de las bombas de la T4 de Barajas - están casi consiguiendo que este sujeto salga a la calle. Es la consecuencia de que en este país el poder judicial dependa del ejecutivo, pero eso es otro tema.
Este etarra, cuenta en su haber con 25 asesinatos cometidos en la década de los años 80. Cuando revisamos la lista macabra, podemos observar que únicamente se nombran a los muertos, pero no a la cantidad de víctimas que generaron sus bombas:
12 de junio de 1985. Asesinan con disparos de metralleta al Coronel del Ejército Vicente Romero y a su chófer, Juan García Jiménez, cuando se encontraban en su coche oficial. Dejaron una bomba-trampa en el vehículo con el que huyeron, fruto de la explosión muere el policía-Tedax Esteban del Amo.
Ese aciago día, también fue protagonista el siguiente hombre:
Se llama Genaro, era el compañero de Esteban, el Tedax que murió en la explosión. Se salvó debido a que éste le tapó y evitó que la onda expansiva le traspasara a él. De Esteban, sin embargo, sólo se recogieron pedacitos. Genaro mandó a tomar por culo al Ministro de Interior, Barrionuevo, cuando fue a verle; sus secuales físicas y psicológicas han sido temibles, desde tenerse que quedar en su casa con su piel artificial injertada, hasta su aislamiento social; ni indemnización, ni reconocimiento, ni nada similar.
Ahora, a personas como Genaro, se les dice que están manipuladas y que juegan a servilismos de los políticos. Me imagino que todos aquellos que salvan su vida in extremis gracias a la muerte de un compañero, que han tenido tales secuelas durante décadas, será de gran dificultad manipularlas para que opinen ante la salida a la calle del culpable de todos sus males: pero que muy difícil.
Hay más testimonios, más víctimas silenciosas que no han dicho todavía nada de sus secuelas. Ya es hora de que le demos la oportunidad de expresarse.
Por Chesk