+ Esa izquierdista necesidad de atacar a las mujeres
Es lo que desgrana la bloguera Michelle Malkin tras el carrusel de insultos que llueven sobre la futura vicepresidenta de EEUU y su hija. Ella habla de su experiencia personal y afirma que se trata de una enfermedad en la izquierda el pasar a cuchillo a toda mujer de derechas, ya sea política o simple esposa/familiar de político. Y pone numerosos ejemplos que no os podéis perder.
Michelle es una chica encomiable e inteligéntisima, y su valor no queda atrás, no tenemos más que mirar cómo esta pequeña asiática aguantaba estoica ( Aquí vídeo. Min 2'41 el comienzo del jaleo) las amenazas de muerte e insultos machistas de toda una prole de leftists hace unos días...
A ese lado del charco no hay armarios que valgan para los hombres y mujeres de derechas, que afrontan los problemas de cara, y tanto las audiencias como los votantes respaldan ora los valores, ora la coherencia. Podéis leer en su blog todo el artículo, que habla de cuatro etapas en esta injuriadora táctica que la izquierda suele emplear con las mujeres y que habéis podido comprobar en los machistas comentarios que os traje ayer de la caverna socialista española:
1. La primera etapa es la Infantilización. Las mujeres de derechas posiblemente no pueden creer en lo que creen sobre el carácter sagrado de la vida, auto defensa, libre mercado, o la política exterior. Ellas deben ser pequeñas muñecas sumisas de la jerarquía masculina. [...]
2. Sexualización. Una mujer conservadora no es sólo una traidora. Es una prostituta intelectual. Incapaces o indispuestos a dialogar con ellas sobre sus cualidades, el recurso de sus detractores es burlarse de la apariencia física de sus oponenentes ideológicos y denigrarlas con adjetivos vulgares. [...]
3. La tercera etapa es la Demonización. Cuando la Izquierda se aburre de lanzar insultos sobre la sexualidad, entonces pasa a catalogar a estas mujeres ante la imagen pública como nefastas criaturas. [...]
4. Y la última es la Deshumanización. Las mujeres de derechas no son mujeres reales según la definición del stablishment feminista de la izquierda. [...]
Finaliza Michelle Malkin afirmando que después de ver las reacciones y ataques a la mujer en la blogosfera, prensa y partidos izquierdistas, ya no hay que preguntarse sobre sus ideas políticas, sino sobre su salud mental.
Y qué acertada está. ¿Quién no recuerda ahora la de insultos y vejaciones sufridas por Esperanza Aguirre o Ana Botella entre otras, por una izquierda española que luego se llevaba las manos a la cabeza por cualquier crítica política a sus ministras de cuota?
Por Prevost
Digo así son, cuánto más progres y más de izquierdas más machistas, y más discriminan a la mujer. No pueden resistir que una mujer sea culta, y pueda discutir con ellos y demostrarles la ineficacia de sus ideas, no conviene que la mujer sepa, conviene tenerlas atadas a la pata de la cama. El techo de cristal es un hecho más que constatado en el socialismo, se dan cargos a mujeres por darlo, por el simple hecho de demostrar una falsa progresía, cuando realmente son mujeres con un techo de cristal que por sus limitaciones están en la cumbre pero no pueden tocar el vértice del poder, porque el techo de cristal que las maneja se lo impide de ahí la negligencia de nuestras actuales ministras, tontas y con pocas luces, para poder ser teledirigidas. Menudo falserío e hipocresia.