+ Billetes gratis
Los nazionalistas vascos suelen tener la fea costumbre de intentar echar de su comunidad a todos aquellos que no comulguen con su mesianismo independentista. Tanto los etarras, con sus bombas, extorsiones y amenazas, que han provocado el exilio de más de trescientos mil personas a lo largo de las últimas décadas, como el aislamiento, presión y autismo social que realizan los nazionalistas buenos a los demócratas, son ejemplo de la hospitalidad que practican.
Pues ahora, esta misma política de echar al no deseado, se está aplicando con otro colectivo que, aun no siendo español, tampoco es bien recibido en aquellas tierras:
La Consejería de Vivienda y Asuntos Sociales del País Vasco está pagando el billete de autobús a los inmigrantes marroquíes para que abandonen la comunidad, según ha denunciado la Fiscalía del Principado de Asturias. De momento, se ha descubierto que uno de los lugares de destino es precisamente la comunidad asturiana, pero la investigación tendrá que dilucidar si hay otras comunidades afectadas por esta medida.
Los menores inmigrantes que sólo generan gastos, que no son productivos y que, en definitiva, no son del agrado del gobierno nazionalista, son mandados a las comunidades autónomas adyacentes para que sean ellas las que asuman los costes y sufran las consecuencias.
Ya lo decía el padre del nazionalismo vasco, Sabino Arana, cuando se refería a los que venían de fuera:
"Nosotros, los vascos, evitemos el mortal contagio, mantengamos firme la fe de nuestros antepasados y la seria religiosidad que nos distingue, y purifiquemos nuestras costumbres, antes tan sanas y ejemplares, hoy tan infestadas y a punto de corromperse por la influencia de los venidos de fuera".
"Gran número de ellos parece testimonio irrecusable de la teoría de Darwin, pues mas que hombres semejan simios poco menos bestias que el gorila: no busquéis en sus rostros la expresión de la inteligencia humana ni de virtud alguna; su mirada solo revela idiotismo y brutalidad."
El que no sea bizkaíno, no será bienvenido; sea la época que sea.
Por Chesk